A Diego, su novia le ha dejado plantado. Entonces le surgen cuatro opciones sobre qué hacer para superarlo: presentarse en la iglesia el día de la boda por si se arrepiente; emborracharse y despotricar; intentar recuperar al amor de su adolescencia o todas las anteriores. Finalmente, se decanta por esta última y, tras lo sucedido en la iglesia, sus primos Julián y José Miguel deciden llevárselo a las fiestas del pueblo, donde veraneaban de pequeños.