Will recibe la libertad condicional para cuidar de su sobrina Stacey, quien quedó huérfana tras la muerte de su madre. Mientras buscan un hogar provisional, una serie de obstáculos les impide poder vivir como una familia normal. Stacey es rechazada en la escuela local debido a la narcolepsia que ha desarrollado en los últimos meses y Will desobedece varias veces las obligaciones de la libertad condicional. Con ello, ambos corren un gran riesgo; que a Will le retiren la oportunidad de salir definitivamente de la cárcel y que Stacey tenga que ir a una casa de acogida.