Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, un grupo de soldados alemanes capturados por el ejército danés es enviado a una idílica playa. Las autoridades les ofrecen la libertad a cambio de eliminar las 45.000 minas que allí se encuentran enterradas. El sargento danés Carl Rasmussen supervisa las peligrosas tareas de desactivación. Su proximidad con los jóvenes prisioneros templa su desprecio hacia los nazis y le permite apreciar la humanidad de sus enemigos.