Aloys Adorn es un detective privado taciturno, un lobo solitario cuyo trabajo consiste en filmar a otras personas, observándolas en secreto y permaneciendo invisible. Un día se emborracha y se duerme en un autobús, y al despertarse descubre que su cámara y sus cintas han sido robadas. La misteriosa mujer que le llama poco después parece tener algo que ver con ello.