Consuelo, una mujer superviviente de violencia de género, aguarda en una estación la llegada del tren que le va a conducir a una nueva vida. Durante la espera, recuerda la historia que vivió junto a Celia, una compañera más joven que llegó al centro de acogida donde ella residió ocho meses, y a quien trató de ayudar a recuperar la vitalidad y la autoestima, para que apostara por un futuro de esperanza. Lamentablemente, ante la misma encrucijada, sus vidas tomaron caminos diferentes.