Durante la Guerra Civil, Teo está destinado a un fuerte pequeño de vigilancia, que se encuentra en un frío e inhóspito lugar en las montañas. Allí conoce a Silverio, su nuevo compañero, con el que debe convivir durante seis largos meses. Las diferentes personalidades de estos dos hombres provocan muchas tensiones, también acentuadas por el espacio limitado. La coexistencia frágil se rompe con la llegada de Zoska, una joven militante que encuentran herida en los alrededores.