Víctima de problemas cardíacos, Daniel Blake, un carpintero inglés de 59 años, se ve obligado, por primera vez en su vida, a recurrir a prestaciones sociales para sobrevivir. Sin embargo, a pesar de que el médico le ha prohibido trabajar, la administración le obliga a buscar un empleo si no desea recibir una sanción. En una se sus visitas al centro asistencial, Daniel se cruza con Katie, una madre soltera de dos niños que se ha visto obligada a aceptar un alojamiento a 450 km de su ciudad para evitar que la envíen a un hogar de acogida.