El artista H. R. Giger fue capaz de dar vida a criaturas a la vez aterradoras, espantosas y extrañamente atractivas. Vivió en lugares de los que la gente huye, hizo de los miedos humanos su patio de recreo y sacó a la superficie todo aquello que se prefiere enterrar. Ha trazado pesadillas, modelando los temores primitivos del ser humano. Sin embargo, Giger no ha formado parte de este mundo de terror por placer. Era demasiado para él y el hombre entrañable, divertido y humilde que era no fue capaz de frenar sus propios miedos. H. R. Giger vivía en el centro de Zúrich, en un universo paralelo, aislado, fuera del tiempo. Detrás de las persianas cerradas, los límites entre el día y la noche se mezclaban. El documental se introduce en el cosmos fascinante de H. R. Giger.