Mientras sortea a unos rusos cabreados, al Mi5 británico, a su esposa de piernas imposibles y a un terrorista internacional, el elegante marchante de arte y granuja a tiempo parcial, Charlie Mortdecai, debe cruzar el globo armado únicamente con su elegancia y su encanto especial en una carrera para recuperar una pintura robada que, se rumorea, contiene el código de cuenta de un banco perdido lleno de oro Nazi.