El día que Mumu descubre un blanquísimo rebaño de ovejas pastando en el parque donde ella juega con sus amigos Milo, Rita, Talalo, Alfred y Olga, no puede evitar comparar su níveo aspecto con el de ellos, La Tropa de Trapo, confeccionados con telas de muy diferentes estampados (seguramente pasados de moda), con montones de manchas de todos los colores de jugar en el campo y en los charcos. Y siente cierta vergüenza de sus amigos y envidia de las lustrosas ovejas. Y piensa que ella, una vaca tan especial, está perdiendo el tiempo con un grupo de amigos equivocados. Cuando descubre que esas impecables ovejas son en realidad estrellas que van a formar parte de un gran espectáculo, Mumu queda definitivamente seducida por ellas y se dispone a cambiar lo que sea necesario con tal de llegar a ser también una glamurosa estrella.