Max Brogan (Harrison Ford) es un agente de inmigración estadounidense con una peculiaridad: se encariña con toda la gente que debe deportar. Su socio, iraní-americano, Hamid (Cliff Curtis) espera a la jura de bandera de su padre mientras aparenta dedicarse a su trabajo sólo para demostrar a su familia lo importante que es ser americano. Simultáneamente, un abogado (Ashley Judd), intenta deportar a la hija de 15 años de una famila, acusada de terrorista; un joven de religión judía (Jim Sturgess) utiliza una religión que no practica para asegurarse un trabajo y Cole Frankel (Ray Liotta) abusa de su posición como supervisor de green cards aceptadas para forzar a la guapa modelo australiana (Alice Eve) a realizar cierto tipo de favores.