La anarcosindicalista Confederación Nacional del Trabajo de España en el Exilio envía, desde sus despachos en Toulouse (Francia), armas y salvoconductos a un grupo de tres guerrilleros encabezados por Marcel·lí. La consigna resuelve ejecutar un sabotaje en una central eléctrica del interior de Cataluña, golpe de efecto para precipitar la caída del régimen de Franco. Un cuarto compañero, Ramon, aparece al amanecer. En una masía cercana, los arenques cuelgan de la fachada y se secan al sol. Una niña verá como su padre muere al proteger a Ramon y Marcel·lí de la amenaza de la Guardia Civil, así como la voluntad de actuar del primero y el instinto de conservación del otro. En 1951, la CNT exiliada decide postergar la acción violenta y retirar los grupos del interior. Ramon se rebela contra ese dictamen y sigue la lucha por su cuenta contra los símbolos del Régimen. Las actividades de Ramon se centrarán en el sabotaje reiterado de las líneas de alta tensión de Cataluña. Convertirá su luch