La historia de Jan es una historia de amor. Una historia de emoción y de lucha. Cuando sus padres se enteraron de que tenía Síndrome de Down, sintieron la necesidad de contar su historia. Emperazon a grabar el día a día de su hijo. Los buenos momentos, la felicidad. Y también los tragos difíciles. Hasta que en un día decidió convertir esos instantes de vida en una película. Al estilo de "Boyhood" pero sin guión, la vida misma.