La película más taquillera del año, Ocho apellidos vascos, es ahora también un aliciente para elegir las vacaciones estivales. La pequeña localidad navarra de Lietza, donde se rodó gran parte del largometraje, se ha convertido en un ir y venir de fans de Dani Rovira que no quieren perder la oportunidad de conocer los lugares que compartió con Clara Lago durante el rodaje. La casa donde vivía la protagonista es una de las visitas obligadas, así como la plaza del pueblo o la taberna de pinchos donde aparecen los personajes en diversas ocasiones. Un municipio que permanecía en el anonimato hasta que los revolucionarios personajes de la película de Emilio Martínez-Lázaro lo descubrieron.