Señoras, señores. Martin Scorsese y Leonardo Dicaprio. Fiesta. Bastan estos dos nombres para ir corriendo al cine. Pero es que además el Lobo de Wall Street se presenta como una de las obras cumbres de ambos. El retrato de este Wall street anfetamínico, desatado y salvaje no da descanso en sus tres horas de duración y se presenta además como una historia de lo más pertinente en estos tiempos.