Lo primero para disfrutar de Cans es montarse en el vehículo oficial. Y así, motorizados, nos vamos al Galpon, porque aquí las salas de proyección hasta ayer eran garajes y cobertizos de los vecinos. Porque Cans es cine y mucho más que cine. El único festival del mundo donde los vecinos son famosos. Y donde las estrellas del photocall son ellas. Donde se puede escuchar una charla de un director en medio del campo y donde encontramos esta cola para ver un espectáculo dentro de un hórreo. Apenas 12 personas y un show estilo Cans. Cans es ese lugar donde hace diez años inventaron el agroglamour y hoy demuestran que está más vivo que nunca.