Jean-Christophe, un guardia de prisiones, lleva una vida completamente normal. Su única extravagancia es que acude a clases de tango una noche por semana. Es allí donde un día conoce a Alice. Inesperadamente, al día siguiente, vuelve a verla durante las horas de visitas a los presos: ha ido a ver a su marido y a su amante. El reglamento penitenciario prohíbe toda relación de los guardias con los familiares de los internos. Sin embargo, JC termina saltándose todas las reglas que había seguido hasta entonces.