Centenares de animales, tanto mascotas como ganado, se quedaron atrás con la evacuación de sus dueños en los últimos días como consecuencia de la erupción del volcán en La Palma. Más de 6.000 evacuados tuvieron que abandonar involuntariamente sus animales. Algunos, con ayuda de voluntarios, han podido volver a recogerlos o, al menos, a alimentarlos, para que mientras dura la situación de riesgo no se mueran de hambre si la lava los respeta.