El 61 por ciento de los padres que imponen unas normas a sus hijos en el uso de dispositivos móviles e Internet reconoce que no las cumplen y afirma que no siempre son un buen ejemplo o modelo de conducta para los menores de edad.

Así lo revela un reciente estudio elaborado por Kaspersky llamado 'Raising the smartphone generation', en el que se investiga cómo los adultos y sus hijos gestionan sus hábitos digitales y de comportamiento saludables que presentan en la actualidad.

Según los resultados de este informe, además del número que revela el porcentaje del 61 por ciento de padres que reconocen encontrar grandes dificultades de seguir un modelo de conducta para sus hijos, apunta a que al mismo tiempo el 54 por ciento de ellos intenta establecer hábitos digitales saludables para todos los miembros de la familia.

Debido a que, desde muy pequeños, los niños tienden a imitar el comportamiento y los hábitos de consumo digital de sus padres, estos deben prestar atención a cuál es la imagen que los pequeños reciben de estos modelos de conducta.

Por ese motivo, tiene gran influencia en ellos el momento en que entran en contacto por primera vez con dispositivos móviles. Según este estudio, el 68 por ciento de los niños recibe un dispositivo antes de los nueve años.

En este caso, según Kaspersky, a pesar de que al 53 por ciento de los encuestados les gustaría que sus hijos los utilizaran durante menos de dos horas diarias, el 82 por ciento de ellos reconoce que ellos mismos utilizan durante más horas sus móviles.

Sin embargo, esta investigación arroja resultados muy diferentes: casi la mitad de los encuestados, un 48 por ciento, admite que pasa de tres a cinco horas conectados a dispositivos a diario y el 62 por ciento cree que es normal pasar ese tiempo conectados.

Cómo utilizan los dispositivos

Además de conocer cuál es la frecuencia con la que los menores utilizan dispositivos móviles, este estudio refleja en qué circunstancias se manejan. Por ejemplo, el 65 por ciento de los progenitores afirma que utiliza sus dispositivos durante la comida, aunque solo el 11 por ciento permite que sus hijos hagan lo mismo.

Conviene destacar que los menores cuyos padres utilizan de forma regular el teléfono durante la comida pasan 39 minutos más al día con su propio dispositivo que aquellos que no siguen el ejemplo de sus progenitores en este momento.

Lo mismo ocurre con las aplicaciones de mensajería instantánea, como WhatsApp y Telegram, ya que el 72 por ciento asegura que las utiliza mientras mantiene una conversación, aunque solo el 10 por ciento aceptaría que los menores siguieran su ejemplo.

En relación al uso que se le da a estos dispositivos, las redes sociales son la principal motivación de muchos usuarios. De esa afirmación, la compañía especializada en ciberseguridad ha indicado que el 37 por ciento de los adultos cree que es normal compartir fotos de miembros de la familia en las redes sociales. Sin embargo, solo el 24 por ciento acepta que sus hijos hagan lo mismo.