Cada vez son más personas las que tienen drones, ya sea para uso recreativo o profesional, pero son pocos los que conocen las normas para pilotar este vehículo aéreo e incluso las multas a las que se pueden enfrentar si no cumplen las leyes.

En 2017 entró en vigor el Real Decreto 1036/2017, la legislación que regula la utilización de aeronaves pilotadas por control remoto (drones) para establecer los escenarios y requisitos en los que se podrán pilotar.

El proveedor de la navegación aérea en España, Enaire, anunció este lunes la paralización de los vuelos en el aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas ante la presencia de un dron particular en el espacio aéreo.

Esta actividad se considera una infracción grave y puede llevar a sanciones de hasta 90.000 euros, según ha indicado la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA). Enaire explica en su página web las normas básicas para pilotar drones en nuestro país, ya sea de uso recreativo o profesional. Si se trata de fines recreativos, se debe evitar volar drones en las proximidades de un aeropuerto.

Concretamente, la ley permite volar drones cerca de aeropuertos y aeródromos si es a una distancia de al menos 8 kilómetros. Tampoco se deben pilotar drones donde se realicen otros vuelos de baja altura como zonas de paracaidismo, globos o parapente.

Enaire también advierte en su página web de que las multas por el uso indebido de drones con fines recreativos pueden alcanzar los 225.000 euros. Asimismo señala que los usuarios deben pilotar drones en condiciones meteorológicas adecuadas, es decir, sin lluvia, niebla o viento.

Si el usuario desea volar su dron de noche, además de tener en cuenta las condiciones meteorológicas, también debe utilizar uno que no pese más de 2 kilos y a una altura que no supere los 50 metros.

A pesar de no necesitar ser piloto para poder volar drones, Enaire subraya que debe hacerse con seguridad y tener el dron siempre a la vista, sin superar los 120 metros de altura. Además, si el que vuela el dron es menor, siempre debe hacerlo bajo supervisión de un adulto.

Seguro a terceros

Si al volar el dron se causan daños, quien lo pilote se convierte en responsable. Por ello, es recomendable contar con un seguro a terceros. Por su parte, para poder volar un dron con fines profesionales es necesario estar habilitado en AESA, tener certificado de piloto de drones y un seguro de responsabilidad civil específico.

Para volar en espacios aéreos controlados se necesita contar con un certificado que demuestre que el usuario tiene los conocimientos necesarios en comunicaciones e idiomas utilizados entre controladores y pilotos. También se necesita realizar un estudio de seguridad.

Además, tampoco se puede trabajar con un dron sin autorización sobre edificios y personas o de noche, entre otras cosas. Infringir este tipo de normas puede llevar a multas de hasta 4,5 millones de euros, según la gravedad.

El aeropuerto de Madrid no ha sido el único que ha sufrido el cierre de su espacio aéreo debido a un dron. El aeropuerto londinense de Gatwick, el segundo más importante del Reino Unido, suspendió sus vuelos por la presencia de varios drones en las cercanías de la terminal.

El cierre afectó a unas 110.000 personas, que tenían previsto despegar o aterrizar en unos 760 vuelos que se iban a desarrollar en plena temporada navideña.