Actualmente no concebimos nuestra vida sin un 'smartphone' cerca. Vivimos pegados a nuestros teléfonos móviles y si nos faltan por cualquier razón estamos intranquilos. Por eso, intentamos siempre tener la batería de nuestros dispositivos cargada. Para llevar a cabo esta tarea, muchas veces, incurrimos en ciertos hábitos poco recomendables.

Las prisas, la comodidad o el desconocimiento nos hacen llevar a la práctica ciertos actos que no hacen más que dañar las baterías de nuestros móviles. Algunos de estos son los siguientes:

Cargar el móvil en el ordenador

Cada vez que cargas tu 'smartphone' en el ordenador a través del cable USB estás reduciendo la vida útil de su batería. Esto se debe a que las corrientes oscilan mucho entre las dos entradas USB, un hecho que puede causar más calentamiento que la carga en un enchufe. Por ello, es conveniente utilizar el cargador original y una toma de corriente más estable.

No utilizar el cargador original

Utilizar un único cargador para varios dispositivos que tengan el mismo conector USB es otro de los errores más comunes a la hora de cargar el móvil. El hecho que tengan el mismo conector no significa necesariamente que sean compatibles y utilizar un cargador que no es el original puede dañar a la larga la batería de tu teléfono.

Dejar el móvil cargando toda la noche

Este es posiblemente el error más común a la hora de cargar el móvil. Seguramente en más de una ocasión has enchufado el teléfono antes de irte a dormir para tener la batería completamente cargada por la mañana. Pero lo cierto es que este hábito puede dañar la batería de tu dispositivo. Las baterías de litio suelen llegar a la carga plena a las dos o tres horas de conectarse y después paralizan la carga. No obstante, al estar enchufado el dispositivo se calienta, por lo que dejarlo expuesto a ese aumento de la temperatura durante toda la noche puede estresar y dañar la batería.

Dejar puesta la funda del teléfono

Que la temperatura afecta a la batería del teléfono no es ningún secreto. Es por eso que los fabricantes de dispositivos suelen recomendar cargarlos sin la funda puesta para que el calor escape como es debido, algo que muchos pasan por alto. Del mismo modo, es recomendable no dejar el teléfono cargando en ambientes muy calurosos o muy fríos para evitar que la batería se dañe.