La innovación, los nuevos enfoques y el trabajo multidisciplinar están llevando algunos campos de la medicina hacia una nueva era. Es el caso de la hematología –rama especializada en las enfermedades de la sangre– y de patologías como el mieloma múltiple, el segundo cáncer hematológico más frecuente y del que se diagnostican unos 2.000 casos al año en España. Una enfermedad considerada rara pero que, gracias a la investigación clínica, su tratamiento está experimentando un cambio “espectacular”, según coinciden los doctores Miguel Hernández y Alejandro Martín, jefe de servicio y adjunto del departamento de Hematología del Hospital Universitario de Canarias (HUC) respectivamente.

Una afectación que se origina en la médula ósea, donde un tipo de glóbulo blanco llamado célula plasmática –encargado de la producción de anticuerpos– empieza a crecer de forma descontrolada. Estas células cancerosas producen una proteína anormal que puede producir daños en el riñón y afectar a los huesos y al sistema inmune. El departamento de Hematología del HUC trabaja en el marco del Grupo Español del Mieloma para lograr nuevos avances en su tratamcelulariento, que en muchos casos ya permite alcanzar la cronificación y el incremento de la esperanza de vida.

“Estamos viviendo una revolución que nos permite incrementar en gran medida la supervivencia”

Miguel Hernández - Jefe de servicio del departamento de Hematología del HUC

“Es sorprendente, porque todo el mundo ha oído hablar de la leucemia, pero no del mieloma múltiple, cuando la incidencia es más frecuente, de entre 5,5 y 6 casos por 100.000 habitantes, sobre todo en personas de más de 65 años”, remarca el doctor Hernández, que ha sido testigo de cómo ha evolucionado su tratamiento en las últimas décadas. “Se está produciendo una gran revolución. Hemos pasado de un tratamiento paliativo que como máximo ofrecía una supervivencia de tres años a alcanzar los ocho años o más. Y no sabemos lo que nos depararán los nuevos tratamientos”, resume.

Evolución constante

En este sentido, el jefe del departamento de Hematología del HUC destaca que en los últimos años se han ido sucediendo muchos hitos en la evolución del tratamiento del mieloma, que, sumados a las nuevas vías de diagnóstico como las resonancias y el PET-TAC, que permiten no solo detectar las lesiones antes, sino también comprobar de inmediato el resultado del tratamiento, están dando lugar a grandes avances en el manejo de la enfermedad. Actualmente, explica, la gran esperanza para dar un nuevo salto es la inmunoterapia celular.

“La aparición de nuevos fármacos es tan veloz que tienes que estar actualizándote de forma constante”

Alejandro Martín - Adjunto del departamento de Hematología del HUC

Por todo ello, el doctor Alejandro Martín, que entró a formar parte del departamento hace 10 años, considera “que es un momento muy atractivo para ser hematólogo”. Eso sí, deben estar en permanente aprendizaje. “Se está produciendo un cambio tremendo a nivel de ensayos clínicos y nuevos fármacos para tratar el mieloma múltiple. Tienes que estar actualizándote continuamente, porque no paran de salir avances, como la inmunoterapia celular, que parecía algo de ciencia ficción y ya es una realidad”.

Enfoque multidisciplinar

Pero, al mismo tiempo que el desarrollo científico está dando pasos de gigante gracias a la innovación, también destacan otros cambios más 'humanos' que se han producido gracias, por ejemplo, a la multidisciplinariedad. “Para diagnosticar hay que sospechar y nos ayuda mucho que desde otras especialidades tengan en mente el mieloma múltiple, porque así se nos derivan los pacientes en una fase inicial”, detalla el médico adjunto. Y el doctor Miguel Hernández añade un nuevo parámetro: “Hemos puesto en marcha el Proyecto Enlace con la colaboración de Celgene, que nos ha permitido que una psicóloga actúe de enlace entre hematólogos y pacientes, ofreciéndoles acompañamiento, explicaciones sobre el tratamiento y apoyo ante una enfermedad tan dura. La mejora ha sido inmensa”.

Pero aún quedan retos por encarar, especialmente el abordaje de aquellos casos que, a pesar de todo, no consiguen una mejora. La terapia celular será la principal herramienta para seguir incrementando el porcentaje de casos que muestran una curación o, como mínimo, una cronificación de una enfermedad que ya no es incurable.

Contenido impulsado por Celgene, una compañía de Bristol Myers Squibb