Son muchísimos los restaurantes que han añadido a sus platos este superalimento que se ha convertido en un éxito de ventas.

Además, también se ha establecido como un producto de lo más habitual en las despensas de todas las casas de España.

Su poder es único, su precio es muy barato y, a día de hoy, es uno de los alimentos más demandados por supermercados y tiendas de alimentación.

Para muchos todavía desconocido pero cada vez más consolidado en nuestra dieta por sus múltiples beneficios. Es originaria del sureste asiático, aunque ahora es común encontrarla en cualquier lugar del mundo. 

¿Sabes ya qué producto es?

Una popularidad que no cesa

El jengibre es la raíz de una planta con flor que pertenece a la familia de las zingiberáceas, igual que la cúrcuma o el cardamomo. Tiene un sabor y un aroma picantes, con un intenso toque cítrico y fresco.

Estas son las principales propiedades del jengibre que lo hacen tan popular en platos y productos de todo el mundo:

1. Antiinflamatoria. Al igual que medicamentos como el ibuprofeno, el gingerol inhibe la producción de las postaglandinas, las sustancias que generan la respuesta inflamatoria en el cuerpo. Gracias a esto, puede ser útil para combatir los dolores menstruales o la inflamación intestinal.

2. Antioxidante. El jengibre es muy rico en antioxidantes, las moléculas que frenan los daños que sufren las células. Por eso, se utiliza mucho en la industria de la cosmética, ya que contribuye a frenar el envejecimiento y reduce el daño celular.

3. Antibacteriana. Favorece la eliminación de microorganismos infecciosos, como la bacteria E.coli, los estafilococos o la salmonela. Además, también es efectivo contra bacterias que aparecen en la boca y crean enfermedades como la gingivitis o la periodontitis.

4. Combate la halitosis. De nuevo, el gingerol es la clave, pues estimula una enzima contenida en la saliva que ayuda a descomponer las sustancias malolientes. Eso hace que el aliento huela mejor. Se puede conseguir al rallar un poco de jengibre y añadirlo al agua.

5. Analgésica. El gingerol tiene un efecto analgésico, por lo que es útil para combatir las migrañas y los dolores de cabeza. Además, hace que disminuyan los síntomas de ciertas enfermedades, como la osteoartritis, la forma más frecuente de artritis, que aparece cuando se desgasta el cartílago que envuelve los huesos de las articulaciones y produce rigidez y dolor.

6. Ayuda con las náuseas y el mareo. El gingerol es una sustancia picante que estimula el flujo de saliva y la secreción de jugos gástricos. Actúa en el estómago y el intestino contra los gases o las náuseas. Por eso, pueden beneficiarse de él las personas que sufren cinetosis, es decir, que se marean durante los viajes. En cambio, no hay consenso sobre su consumo para aliviar las náuseas en embarazadas, por lo que se recomienda siempre consultar primero al médico.

7. Anticoagulante. Las plaquetas son las células que impiden las hemorragias. Lo hacen creando un coágulo en la zona que está sangrando, el cual obstaculiza el paso de la sangre mientras se repara la herida. Sin embargo, esos coágulos pueden ser peligrosos si se crean dentro de un vaso sanguíneo, porque pueden impedir que pase la sangre al resto del cuerpo. El jengibre retarda este proceso de coagulación de la sangre.

8. Favorece la expectoración. Tiene propiedades que combaten la congestión y muchos de los síntomas del resfriado (tos, flemas...).

9. Ayuda a reducir los niveles de azúcar en la sangre. Estudios recientes apuntan a que aumenta los niveles de insulina y ayuda a reducir los niveles de azúcar en la sangre. Aunque se necesita más investigación para confirmar este descubrimiento, es muy importante que los diabéticos siempre consulten con su médico antes de consumir jengibre con frecuencia.