La actividad física por la mañana podría tener más beneficios contra el cáncer, según un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), que ha analizado a cerca de 3.000 personas en España para ver si la hora del día en que hacen deporte influye en el riesgo de cáncer por la disrupción circadiana.

Algunos médicos defienden que una posible causa de cáncer es la disrupción circadiana, el desajuste entre factores ambientales como las horas de luz y la ingesta de alimentos con nuestros ritmos circadianos endógenos.

Hasta ahora se sabía que la actividad física regular durante toda la vida puede reducir el riesgo de cáncer, pero este efecto protector podría ser más beneficioso cuando la actividad física se hace por la mañana, según este estudio coordinado por el ISGlobal, centro impulsado por la Fundación La Caixa, y en el que ha colaborado el Departamento de Epidemiología de la Medical University of Vienna.

Según ha explicado el coordinador del estudio e investigador del ISGlobal, Manolis Kogevinas, la mayoría de las investigaciones sobre la disrupción circadiana y el riesgo de cáncer se han centrado en el trabajo nocturno, pero estudios recientes sugieren que la exposición a la luz por la noche y cenar tarde pueden aumentar el riesgo de cáncer.

"Sin embargo, se desconoce si el momento de la actividad física podría influir en el riesgo de cáncer a través de la disrupción circadiana", según Kogevinas.

Para abordar esta cuestión, los científicos analizaron el efecto de la hora del día de actividad física recreativa sobre el riesgo de cáncer de mama y próstata en un estudio poblacional de casos y controles.

Los investigadores plantearon la hipótesis de que el efecto beneficioso de la actividad física más prolongada para reducir el riesgo de cáncer podría ser más fuerte cuando se practica por la mañana y se basaron en los resultados de un estudio experimental que mostró que la actividad física por la tarde y por la noche puede retrasar la producción de melatonina, una hormona producida principalmente durante la noche y con conocidas propiedades anticancerígenas.

El análisis incluyó a 2.795 personas del estudio multicaso-control (MCC-Spain) en España. Los investigadores encontraron que el efecto beneficioso de la actividad física para reducir el riesgo de cáncer de mama y de próstata era más fuerte cuando la actividad se hacía regularmente entre las 8 y las 10 de la mañana.

En los hombres, el efecto fue igualmente bueno también para la actividad nocturna, entre las 19 y las 23 horas.

La actividad temprana por la mañana parecía especialmente protectora para los cronotipos tardíos, personas que generalmente prefieren estar activas durante la noche.

En la investigación, que publica la revista 'International Journal of Cancer', los epidemiólogos analizaron cómo la actividad física puede influir en los ritmos circadianos y sugieren posibles mecanismos biológicos (por ejemplo, la alteración de la producción de melatonina y hormonas sexuales, el metabolismo de nutrientes, etc.).

En general, los hallazgos de este estudio indican que "la hora del día en que se practica la actividad física es un aspecto importante que puede potenciar su efecto protector sobre el riesgo de cáncer", ha resumido Kogevinas.

"Estos resultados, si se confirman, pueden mejorar las recomendaciones actuales de actividad física para prevenir el cáncer. Lo que está claro es que todo el mundo puede reducir su riesgo de cáncer simplemente haciendo una actividad física moderada durante al menos 150 minutos a la semana", ha concluido.