Las tasas de suicidio en España no han descendido en los últimos 15 años: 3.500 suicidios consumados al año, y los expertos prevén que la crisis económica asociada a la pandemia de coronavirus pueda elevar aún más ese número, por lo que han urgido al Ministerio de Sanidad a presentar la Estrategia Nacional de Salud Mental.

"No hemos conseguido reducir las tasas del suicidio, tenemos las mismas tasas de hace 15 años, a diferencia de las muertes por accidentes de coche, que se han reducido a la mitad", ha lamentado el vicepresidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, Víctor Pérez.

Pérez es uno de los coordinadores del Libro Blanco 'Depresión y Suicidio 2020', presentado este lunes en rueda de prensa telemática y elaborado por la Sociedad Española de Psiquiatría, la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica y la Federación Española de Psiquiatría y Salud Mental.

El psiquiatra ha incidido en la necesidad de que exista una estrategia nacional de salud mental que ponga el foco en la prevención temprana de este problema y que sensibilice a la población de que el suicidio es un "problema de todos".

"Cada año se suicidan en España 3.500 personas y por cada una que lo hace hay otras veinte que lo intentan. (...) Por cada víctima de tráfico mueren dos por suicidio, por cada muerte por asesinato se producen doce por suicidio", ha explicado.

En 2050, la depresión será el problema de salud más relevante de todo el mundo, ha afirmado la presidenta de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, Ana González Pinto, que ha hecho hincapié en que el suicidio y la depresión tienen un tratamiento eficaz cuando su abordaje es temprano.

Por ello, son necesarios radares sanitarios y sociales para prevenir, detectar a tiempo y adoptar las medidas necesarias en cada caso.

La coordinadora de la Oficina de Salud Mental de la Comunidad de Madrid y también responsable del libro blanco, Mercedes Navío, ha aseverado que no se puede decir que España haya hecho su trabajo mientras "una causa de muerte prevenible y evitable no sea abordada de manera sistémica y reducida drásticamente".

Los expertos han destacado que el abordaje del suicidio debería asemejarse a las acciones emprendidas en el Plan Nacional sobre Drogas o en la lucha contra la violencia de género, con fondos de gestión específicos.

Impacto del coronavirus

Los expertos en Psiquiatría han alertado de que los efectos económicos y sociales de la crisis del coronavirus pueden tener un impacto en las tasas de suicidio.

En anteriores crisis, por cada punto que ha aumentado el porcentaje de paro, ha subido un punto el riesgo de suicidio.

Pérez ha subrayado que la crisis social y económica puede incrementar las tasas de enfermedad mental por encima del 20 o del 25% en lo relativo a la ansiedad, la depresión, el abuso de tabaco, tóxicos y alcohol.

Además, ha añadido, la COVID-19 no solo tiene complicaciones respiratorias y cardíacas, también relacionadas con el sistema nervioso y las enfermedades mentales.

A eso hay que sumar que probablemente muchas personas que han perdido a un ser querido durante la pandemia tengan complicaciones: entre el 15 y el 20% de los familiares de los fallecidos presentan algún síntoma y necesitan ayuda -una ayuda que en la mayoría de los casos es de baja intensidad-.

Como también necesitará ayuda parte del personal sanitario, que ha aguantado "una presión tremenda" y es menos proclive a solicitar esa ayuda.