¿A quién no le han crujido las rodillas alguna vez? Es algo bastante frecuente, especialmente dependiendo de qué posturas o movimientos hagamos, pero es síntoma de que poco deporte hacemos, por regla general. Es benigno, pero en cuanto empieza a doler la rodilla, y ésta lleva crujiéndonos un tiempo, quizá es momento de acudir al especialista.

En concreto, la rodilla es una de las articulaciones más complejas del cuerpo, según subraya en una entrevista con Infosalus el doctor Ramon Cugat, director del Instituto Cugat y codirector del Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Quirónsalud Barcelona, quien señala también que la estructura de esta articulación está configurada para soportar el peso del cuerpo mientras éste se mueve, corre, anda, o está de pie, por ejemplo.

"La rodilla es compleja porque está compuesta por tres articulaciones dentro de un mismo edificio, que es la rodilla en sí. En concreto, son tres los huesos que se unen en la rodilla: el fémur, la tibia y la rótula. Es una articulación que nos sirve para trasladarnos en el espacio, para andar, para la flexion y para la extensión", agrega.

Por otro lado, este traumatólogo señala que las rodillas de los hombres y de las mujeres son diferentes. En este sentido, un famoso estudio de la Universidad de Michigan, avalado por la Academia Americana de Traumatología, apuntaba que las lesiones del ligamento anterior cruzado de la rodilla son más frecuentes entre las mujeres que entre los hombres.

El doctor Cugat indica a su vez que la rodilla tiene un eje entre el fémur y la tibia que va de 2 a 9 grados de valgo, es decir, "la rodilla tira para dentro y el pie tira para afuera", y "normalmente el sexo femenino es más valgo que el masculino". Por ello, dice que en los hombres las rodillas se separan más, mientras que en las mujeres las rodillas se juntan más.

Luego añade que en el sexo femenino las rótulas suelen situarse ligeramente más altas, aunque siempre hay excepciones. "En líneas generales las mujeres tienen la pelvis más abierta que el hombre y por eso los ejes son diferentes. Hay diferencias entre los hombres y las mujeres desde el punto de vista anatómico y por eso las chicas cuando juegan a futbol se rompen más el ligamento interior cruzado que los chicos, lo hacen hasta 10 o 12 veces más", remarca el traumatólogo de Quirónsalud.

Cuándo se producen los crujidos

Así con todo, este especialista señala que los crujidos suelen tener lugar muchas veces cuando uno se levanta de una silla o nos sentamos en un sofá bajo y blando. "En ese momento las rodillas tienen que trabajar más y por eso crujen. No hay que asustarse porque haya un crujido, siempre que no haya dolor detrás, ni un derrame en la misma, o el movimiento de la rodilla sea completo", remarca el traumatólogo.

Es más, destaca que los crujidos en las rodillas son frecuentes en personas que no están en forma y no hacen mucho ejercicio. "Es benigno. Muchas veces esto se suele ver a medida que avanza nuestra edad o incluso en gente joven cuando han sido operados de la rodilla. Se ve con frecuencia a medida que nos hacemos mayores, ya que nuestra masa muscular tiene tendencia a bajar, no hacemos suficiente ejercicio, ganamos en kilos, o después de una cirugía de la rodilla", añade.

Por ello, el director del Instituto Cugat sostiene que, mientras las rodillas crujan y no haya dolor, todo el elemento dinámico y muscular aguantará. "El día que empieza a molestar, y lleva días crujiendo, es que ha llegado el momento en el que se rompe. Y hay que tener cuidado", resalta el traumatólogo.

Para evitar que nos crujan las rodillas, y que aparezcan lesiones mayores, el también codirector del Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Quirónsalud Barcelona recomienda la práctica de ejercicio, el mantener el cuádriceps (músculo en la zona anterior del muslo) y los isquiotibiales (músculos parte superior de la pierna) bien tonificados.

Entre los ejercicios más recomendables en este tipo de casos se encontrarían el hacer bicicleta, el caminar, al menos, unos 15-20 minutos cada día. "Con la edad las fibras musculares decrecen. Es ley de vida y a veces va bien no dejarnos llevar por la corriente y el sofá y tener una buena tonificación muscular. Eso en el fondo nos ayudará a que las articulaciones no se desgasten tanto", sentencia el doctor Cugat.