Las enfermedades relacionadas con la obesidad se encuentran entre las tres principales causas de muerte en todo el mundo, excepto en África subsahariana, según ha alertado el informe 'Obesity: Health and Economic Consequences of an inending global challenge', publicado este jueves por el Banco Mundial.

Se piensa que la obesidad es un problema exclusivo de los países de altos ingresos, pero este informe recoge estudios que demuestran que más del 70 por ciento de los 2.000 millones de personas con sobrepeso y obesidad viven en países de ingresos bajos o medios. "Ante el aumento de la discapacidad, la mortalidad, los costes de la atención sanitaria y la menor productividad, la obesidad es una preocupación creciente para todos los países, independientemente de su nivel de ingresos", advierte el documento.

Se prevé que en los próximos 15 años los costes de la obesidad ascenderán a más de 7 billones de dólares (6.369 millones de euros) en los países en desarrollo. Los datos del informe muestran que desde 1975 la obesidad casi se ha triplicado y que actualmente es responsable de 4 millones de muertes en todo el mundo cada año.

El Banco Mundial recuerda que entre los factores que agravan la epidemia de obesidad figuran los alimentos ultraprocesados y azucarados, la reducción de la actividad física y el aumento de los ingresos, que suelen ir acompañados de un mayor consumo de alimentos poco saludables. "A medida que los países crecen económicamente y aumentan los ingresos per cápita, los impactos devastadores y la carga de la obesidad continuarán desplazándose hacia los pobres", explica la coautora del informe, Meera Shekar, líder global de Nutrición del Banco Mundial.

Por ejemplo, el documento evidnecia que en China, entre 2000 y 2009, los costes de la atención médica asociados con la obesidad aumentaron de 0,5 a más del 3% del gasto anual en atención médica, según una investigación del año 2016. En Brasil, un estudio publicado en 2013 estimó que se duplicarán, pasando de menos de 6.000 millones de dólares (5.455 millones de euros) en 2010 a más de 10.000 millones de dólares (9.092 millones de euros) en 2050.

Luchar contra la enfermedad

En el informe se subraya que, para evitar el aumento de la obesidad en las generaciones futuras, será "fundamental" contar con sistemas eficaces de Atención Primaria y prestar "especial atención" a las medidas preventivas, como la obligatoriedad del etiquetado de los alimentos elaborados, el aumento de la educación de los consumidores, la reducción de las bebidas azucaradas y saladas y la inversión en programas de nutrición en las primeras etapas de la infancia.

"Una de las formas más eficaces de abordar la obesidad y otras enfermedades no transmisibles es aumentar las inversiones en Atención Primaria asequible y de calidad. Esto tiene sentido tanto desde el punto de vista sanitario como económico. Poner más recursos en primera línea para detectar y tratar las afecciones a tiempo, antes de que se agraven, salva vidas, mejora los resultados sanitarios y reduce los costes de la atención sanitaria", comenta el director mundial de Salud, Nutrición y Población del Banco Mundial, Muhammad Pate.

Por otra parte, también se destaca la importancia de políticas fiscales sólidas, como la imposición de impuestos a los alimentos no saludables, y de mejorar el diseño urbano, como los patios de recreo en las escuelas y los lugares para caminar y andar en bicicleta.