Los plásticos están minando la vida de nuestros océanos, pero también las cremas solares y los productos que utilizamos para el cuidado personal afectan al ecosistema marino. Las cifras: 14.000 toneladas de crema solar terminan en el océano. Para evitarlo, lo ideal es utilizar productos con la menor cantidad de químicos posibles. No sólo por el planeta, también por salud. Muchos componentes no son saludables para el organismo ( tienes más información sobre este tema aquí).

La contaminación y el calentamiento global ha terminado en estos últimos 50 años con el 80% de los corales del Caribe. De hecho, en algunas partes del mundo, como Hawái y Palaos, prohíben las cremas solares dañinas para proteger sus arrecifes de coral. Los culpables de la destrucción de la vida marina son los químicos con la oxibenzona, que contienen nanopartículas que pueden alterar la reproducción de los corales. Estas sustancias no sólo están en la crema solar, también se encuentran en productos de higiene personal que llegan a los mares a través del desagüe.

Estos son los factores a tener en cuenta a la hora de comprar una crema solar este verano si queremos cuidar del medioamiente y, además, evitar productos que puedan ser nocivos para la salud.

-La regla número uno es no utilizar cremas con oxibenzona, uno de los ingredientes activos de protección solar más utilizados, que se encuentra en más del 60 por ciento de las pantallas solares no minerales. No sólo es perjudicial para el medioambiente, sino que perjudica la salud. Este químico, que se absorbe a través de la piel en grandes cantidades, puede interrumpir el sistema hormonal humano y provocar importantes alergias, según el Environmental Working Group, una institución que evalúa cada año los productos cosméticos.

-Elegir protectores con una base mineral de partículas de óxido de zinc o dióxido de titanio.

-Evitar los espráis. Además de no proporcionar una cobertura completa de la piel, parte del producto cae en la arena y puede llegar al océano fácilmente.