Sentir la arena en los pies, los rayos del sol en la piel y el frescor de la brisa del mar en nuestra cara son sensaciones que cada verano miles de personas persiguen. En los meses más cálidos del año la población busca alejarse de su día a día, romper con su rutina, y para ello es capaz de recorrer largas distancias para llegar a las más paradisíacas playas.

Pero, en opinión de muchos, la mejor manera de desconectar de la rutina y conectar con el presente y con el entorno natural es deshaciéndose de la ropa. Así, disfrutan de la playa sin complejos y luciendo sus cuerpos desnudos. Si has pensado alguna vez en dar el paso y bañarte de la manera en la que llegaste al mundo, aquí te acercamos algunos beneficios que guarda el nudismo y el naturismo. Pero, antes de nada debemos recordar que de ninguna manera tenemos que tener un cuerpo 'perfecto' para poder disfrutar de esta práctica.

Aumento de la confianza y de la autoestima

La autoconfianza y la autoestima son valores imprescindibles para estar a gusto con nosotros mismos y llegar a disfrutar de la vida plenamente, sin tapujos ni complejos. Practicar el naturismo normaliza que nos veamos a nosotros mismos sin ropa y realizando actividades con total naturalidad, algo que en la actualidad en raras ocasiones se realiza. Menos aún en público.

Quizá la primera vez o la segunda que estés desnudo en la playa te parezca raro o incluso incómodo. Es algo lógico. Pero, una vez que acabemos con los estereotipos y los prejuicios disfrutaremos de nuestro cuerpo y nos querremos más a nosotros mismos.

El cuerpo humano no es perfecto

El cuerpo humano es una máquina asombrosa que nos permite superar un sinfín de obstáculos. Desde luego, el ser humano ni se ha acercado a fabricar algo tan sumamente complejo como su propio organismo. Sin embargo, en ocasiones, en las sociedades actuales estamos expuestos a los ejemplos retocados de cuerpos absolutamente perfectos. Algo irreal y falso. Ningún cuerpo es perfecto, ni tiene que serlo para ser asombroso. Acostumbrarse a las imperfecciones de cada uno es algo saludable para la mente. Aceptarlas y convivir con ellas resulta esencial para poder vivir en armonía con nosotros mismos.

Olvidarse del molesto bañador

Normalmente las personas se acostumbran desde la infancia a bañarse con un traje de baño, por lo que cuando son adultos no se dan cuenta de lo molesto que puede llegar a ser. Algunos hombres y mujeres sufren rozaduras en las ingles que resultan muy molestas y pueden provocar pequeñas heridas, algo que no ocurre si nos bañamos como llegamos al mundo.

Disfrutar del contacto del agua sin ropa es una sensación de libertad muy placentera. Además, nada más salir del agua nos podremos secar en un visto y no visto, por lo que no tendremos que esperar a que el bañador se seque antes de marcharnos.

Adiós a las clases sociales y las etiquetas

La ropa que vestimos diariamente funciona en la sociedad como una especie de marcador que nos encasilla y nos atribuye ciertos adjetivos con los que podemos o no estar de acuerdo. También es una forma de medir nuestro estatus socioeconómico. Por ello, puede ser beneficioso deshacerse de todos esos prejuicios que contaminan nuestra forma de vivir. Desnudas todas las personas son iguales, sin etiquetas que determinen el rol de cada uno. Disfrutar de la igualdad más pura es una sensación indescriptible.

Acaba con la atención continua en la sexualidad

Ismael Rodrigo, licenciado en Químicas y miembro de la Fundación Internacional de Derechos Humanos, defiende que la vestimenta focaliza la atención en la sexualidad y el nudismo provoca lo contrario: "normalizar la desnudez reduce el mercado del sexo", asegura. Asimismo, considera que las más afectadas por la manipulación que se hace en torno a este tema son las mujeres, porque se las exige tener "el desnudo perfecto, solo en el momento adecuado, sólo para la satisfacción del hombre". Realizar actividades sin ropa normaliza los cuerpos y se pierde esa percepción sexual constante.

Conectar con la naturaleza

Muchas personas que practican el nudismo o, en un sentido más profundo el naturismo, sienten que conectan de una mejor manera con la naturaleza del entorno. Además, las playas nudistas normalmente suelen estar menos masificadas y en ellas se genera un ambiente más tranquilo, más puro. Sin el bullicio, los gritos de muchos niños jugando alrededor, etcétera, se genera un ambiente más relajado y desestresante que contribuye a sentirnos inmersos en la naturaleza y a vivir el presente, alejados de las ruidosas ciudades. Por otra parte, en las playas más masificadas, es más fácil poder despistarnos y que nos puedan robar cuando nos vamos al agua.

Mejora la relación con tus amigos o tu pareja

Acudir a una playa nudista y disfrutar de la experiencia sin ropa puede contribuir a reforzar los vínculos que tenemos con las personas cercanas. Y es que, estar completamente desnudos, sin esconder nuestros complejos puede favorecer a que aumente la confianza y la complicidad con nuestros amigos y pareja. También es muy beneficioso que los niños experimenten la sensación de disfrutar de las actividades sin ropa, ya que acabarán con estereotipos y verán el cuerpo humano como algo normal.

Olvida las marcas del sol

A pesar de que los mayores beneficios de practicar el nudismo son mentales, debemos mencionar que tomar el sol sin ropa también acabará con las marcas de sol que nos crean la ropa o el bañador. De esta manera, nuestro cuerpo quedará perfectamente bronceado a partes iguales, eliminando así las zonas más blancas que no han entrado en contacto con los rayos del sol. Eso sí, si vas a la playa con o sin bañador no olvides aplicarte crema, ya que el sol puede llegar a ser peligroso si no se toman precauciones.