El primer caso autóctono de virus chikungunya detectado en España ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias que, a través del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, en sus siglas en inglés), ha pedido estar alerta para detectar posibles infecciones de este virus que se transmite por mosquitos.

El chikunguña es un virus ampliamente extendido en países de América, pero que hasta ahora nunca había sido detectado en España en pacientes que no hubieran viajado a esa zona. El caso que ha provocado el informe del ECDC es el de un hombre de 60 años que reside y trabaja en Gandia (Valencia) y que comenzó a presentar los síntomas de la enfermedad el pasado 7 de julio cuando se encontraba de viaje en Francia.

¿Qué es el chikungunya?

El chikungunya es un virus que causa fiebre alta, dolor de cabeza, dolores en las articulaciones y dolor muscular, unos tres o siete días después de ser picado por un mosquito infectado. La enfermedad rara vez puede causar la muerte, pero el dolor en las articulaciones puede durar meses e incluso años para algunas personas.

Según la OMS, las complicaciones son más frecuentes en niños menores de 1 año y en mayores de 65 años, sobre todo si se padecen enfermedades crónicas como diabetes o hipertensión. Por el momento no existe un tratamiento específico ni una vacuna disponible para prevenir la infección de este virus.

¿Cuál es el origen de la palabra chikungunya?

El origen de esta palabra viene de la lengua africana makonde, que quiere decir "doblarse por el dolor". Este virus fue detectado por primera vez en Tanzania en 1952. A partir de 2004, ha habido brotes intensos y extensos en África, las islas del Océano Índico, la región del Pacífico, incluyendo Australia y el sudeste asiático (India, Indonesia, Birmania, Maldivas, Sri Lanka y Tailandia).

¿Cómo se transmite el chikungunya?

El virus se transmite a través de la picadura de mosquitos Aedes aegypti, que también puede transmitir el dengue y la fiebre amarilla, y está presente en las zonas tropicales y subtropicales de las Américas, y el Aedes albopictus, que se encuentra en áreas más templadas, extendiéndose desde la costa este y estados del sudeste de Estados Unidos hasta las provincias del norte de Argentina).

La OMS ha dejado claro que el chikunguña no se transmite por abrazos, besos, por los alimentos o por el aire que respiramos por lo que no es posible la transmisión de persona a persona. El virus necesita un vector -un medio de transporte- que en su caso es el mosquito.

El ciclo de transmisión se inicia cuando los mosquitos pican a una persona con chikungunya en los días que tiene fiebre. En los diez días siguientes el virus se multiplicará en las glándulas salivales de los mosquitos y estará listo para transmitir la enfermedad a las personas que pique, que empezarán a tener síntomas tras entre tres y siete días de incubación.

La transmisión está siendo rápida en el continente porque es un virus nuevo y por tanto la población no tiene defensas contra él y por la presencia del mosquito Aedes en la región dadas las condiciones climatológicas, sobre todo en los países tropicales.

¿Qué se puede hacer si se contrae chikungunya?

En el 98 por ciento de los casos, según la OMS, el tratamiento es ambulatorio. Como los dolores son intensos, se debe guardar reposo en cama, preferiblemente usando mosquiteras, y para el dolor y la fiebre se recomienda tomar acetaminofén, un analgésico, cada 6 horas.

Asimismo se recomienda tomar líquidos en abundancia -entre dos y tres litros al día- ya que la fiebre y el calor ambiental hacen que se pierda agua del cuerpo por el sudor y la respiración. El objetivo es evitar la deshidratación, ya que ésta generaría complicaciones.

La única 'buena noticia' es que se ha constatado que una vez que se ha contraído el chikungunya no se puede contraer una segunda vez, puesto que se generan anticuerpos. Así, las pruebas que hay hasta el momento apuntan a que habría inmunidad de por vida.

¿Puede provocar la muerte?

Los casos de muerte por chikungunya son muy raros y casi siempre están relacionados con otros problemas de salud existentes. Por eso, los adultos mayores y las personas que tienen una enfermedad crónica (como diabetes, hipertensión arterial, insuficiencia renal crónica, tuberculosis, VIH, entre otros), deben acudir a un médico para una mejor evaluación y seguimiento de la enfermedad, advierte la OMS.

¿Cuáles son los grupos de riesgo?

Los principales grupos de riesgo son los adultos mayores, los niños pequeños o menores de un año, las embarazadas y las personas con alguna enfermedad preexistente. Es fundamental vigilar a las personas, de manera especial a los adultos mayores y a los niños: que beban abundante agua, controlar la fiebre y llevarlo de inmediato a un hospital si observan signos de alarma.

Por otra parte, se ha constatado que las madres que tienen chikungunya durante el embarazo no transmiten el virus a sus bebés, pero sí se produce transmisión cuando la madre presenta la fiebre justo días antes o en el momento del parto, sin que la cesárea sirva para evitarlo. Además, el chikungunya no se trasmite a través de la leche materna.

¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad?

Los síntomas de contagio de chikungunya son: fiebre que persiste durante más de cinco días; dolor abdominal intenso y continuo; vómito persistente que no tolera la vía oral; petequias, hemorragia subcutánea o sangrado de mucosas; alteración del estado de conciencia; mareo postural; dolor articular intenso incapacitante por más de cinco días; extremidades frías; disminución en la producción de orina y sangrado por cualquier orificio.

¿Qué medidas se deben tomar para prevenir el chikungunya?

Dado que no existe una vacuna, las principales medidas de prevención son las encaminadas a la eliminación y control los criaderos del mosquito que transmite tanto este virus como el dengue.

Así, se recomienda evitar conservar agua en recipientes en el exterior como macetas o botellas, para evitar que se conviertan en criaderos de mosquitos; tapar los tanques o depósitos de agua de uso doméstico para que no entre el mosquito; evitar acumular basura, y tirarla en bolsas plásticas cerradas y mantener en cubos cerrados; así como utilizar mallas y mosquiteros en ventanas.