La mayoría de pecas son "totalmente benignas" pero los cambios de color y de forma de un lunar, que tenga forma irregular, bordes poco definidos o un diámetro superior a los seis milímetros pueden ser algunas de las señales de alerta para detectar un melanoma, el tipo más grave de cáncer de piel.

Con motivo de la celebración este jueves del Día Mundial del Cáncer de Piel, el Instituto Valenciano de Dermatología (IVADE) recuerda la importancia de concienciar a la población acerca de la necesidad de implementar hábitos saludables de exposición solar y de informar sobre la importancia del diagnóstico precoz del cáncer de piel.

Según señala el IVADE en un comunicado, los cánceres de piel "se manifiestan de múltiples formas, por lo que si aparece cualquier tipo de lesión en la piel (manchas, costras, nódulos, úlceras) o se producen cambios en las ya existentes (crecimiento, variaciones de color o forma, sangrado, picor), debe acudir al dermatólogo".

El melanoma es el tipo más serio de cáncer de piel que se desarrolla en las células llamadas melanocitos, que son las encargadas de producir el pigmento (melanina) que da color a la piel.

Con frecuencia el primer signo de un melanoma es un cambio de tamaño, forma, color o textura de un lunar, aunque la mayoría de pecas "son totalmente benignas y no tienen ningún riesgo".

El número de lunares o 'nevus melanocíticos' que una persona desarrolla a lo largo de su vida es variable (con una media de 20 a 50) y en él influyen factores genéticos y ambientales, fundamentalmente la exposición solar a qué ha sido expuesta la piel.

Las pecas pueden oscurecer su color en determinados supuestos, como con la exposición solar o durante el embarazo, y durante la edad adulta tienen tendencia a perder progresivamente su pigmentación e, incluso, pueden desaparecer.

El especialista Carlos Guillén, director del IVADE, destaca que el cáncer cutáneo "es el tipo de cáncer más frecuente en el mundo y la incidencia de melanoma se está incrementando más rápidamente que cualquier otro cáncer pero también es el más prevenible de todos".

"Una ventaja fundamental es que una simple inspección visual, barata, sencilla e indolora, realizada por un profesional, es capaz de facilitar un diagnóstico precoz y mejorar el pronóstico", asegura.

Si un lunar es de un color y permanece estable durante meses o años, lo más probable es que no haya ningún problema, pero si se observa algún cambio en el color se debe consultar al dermatólogo porque puede ser una pista para detectar un melanoma.

Las cinco señales de cambio en los lunares que se deben buscar son conocidas como la regla ABCDE: Asimetría (forma irregular de un lunar cuando se divide a la mitad), Bordes poco definidos o irregulares; Color no homogéneo; Diámetro superior a seis milímetros; y Evolución, con cambios en la forma, color, relieve o síntomas (como picor, dolor o sangrado).

Desde el IVADE se recuerda la importancia de concienciar a la población acerca de la necesidad de implementar hábitos saludables de exposición solar y de informar sobre la importancia del diagnóstico precoz del cáncer de piel.

El cáncer de piel se debe fundamentalmente a la exposición solar, por lo que se deben evitar las horas en las que sol es más intenso y, además de protegerse por fuera, es muy importante el efecto protector de una correcta alimentación.