En pleno verano lo que más apetece son los baños en la playa o en la piscina, tomarse algo en un chiringuito o en una terraza y para muchos es importante llegar a septiembre con el moreno subido. Pese a que las vacaciones y el calor inviten a salirnos de la rutina, es muy importante cuidar nuestra piel si queremos evitar sorpresas desagradables con la llegada del otoño.
Para llegar a septiembre con una piel radiante, solo tienes que seguir estos consejos durante los meses de verano:
1. Limpieza y más limpieza. Es importante que elijamos un buen producto -este dependerá de tu tipo de piel- para limpiar el rostro dos veces al día: por la mañana y por la tarde. Aunque estemos en verano, no nos podemos olvidar de realizar una limpieza profunda una o dos veces por semana.
Ya estás pensando que la exfoliación va a acabar con tu moreno, pues no. Exfoliar la piel no te va a arruinar los dos o tres tonitos de moreno que has conseguido o que quieres conseguir. Sin embargo, una piel sucia sí que impedirá que tengas un moreno bonito y uniforme.
2. Hidratación por fuera y por dentro. A la hora de elegir una crema hidratante, hay que tener en cuenta las necesidades de nuestra piel, no es lo mismo una piel seca que una grasa y tampoco es lo mismo tener 20 años que 50. Déjate asesorar por los expertos a la hora de elegir una buena hidrante que cubra tus necesidades. Además, hay de múltiples precios para que puedas elegir cuál se adapta mejor a tu bolsillo.
A la piel hay que darle agüita. De nada te servirá comprar la mejor crema del mercado si no bebes agua y más en verano. La recomendación son unos dos litros de agua al día. No obstante, si haces deporte y con estos calores... ¡Dale a la botella de agua!
3. Protección solar. Obvio, pero ¿lo aplicas bien? Los expertos recomiendan que a la hora de decidir qué cantidad de producto nos tenemos que aplicar en el rostro, utilicemos los dedos índice y corazón como medidas de referencia. De esta manera, cogeremos el bote de protector solar y dibujaremos una línea a lo largo del dedo índice y otra a lo largo del dedo corazón con el protector. Esta será la cantidad de producto que nos debemos aplicar en el rostro. ¡Ojo! El protector solar hay que replicarlo cada dos horas o cada vez que entres y salgas del agua.
4. Buena alimentación. El pescado frito, los calamares a la romana y el helado están muy bien, pero con moderación. Aprovecha los meses de calor para aumentar el consumo de ensaladas y frutas de temporada para que tu piel reciba todas las vitaminas y minerales que aportan las verduras y las frutas.
5. Protección física. Utiliza gorras o sombreros que protejan tu rostro del sol sobre todo en las horas centrales del día.