Si tu perro salta sobre dos patas, cuidado: esto podría causarle lesiones graves

Ver a un perro saltar sobre sus patas traseras puede parecer un gesto entrañable, sobre todo cuando lo hace para saludarnos o llamar nuestra atención. Sin embargo, detrás de ese comportamiento tan común puede esconderse un riesgo para su salud. Veterinarios y educadores caninos alertan sobre el peligro que supone esta postura repetida, ya que podría derivar en lesiones graves en la columna y las articulaciones.

¿Por qué es tan perjudicial que los perros salten?

La clave está en la anatomía del perro. Aunque los saltos son parte natural de su comportamiento, el impacto al aterrizar exclusivamente sobre las patas traseras genera una carga excesiva sobre zonas sensibles como la cadera, las rodillas y la columna vertebral. A diferencia de las extremidades delanteras, que tienen una estructura más flexible y amortiguadora, las traseras están más rígidamente conectadas al esqueleto, lo que impide disipar bien el impacto.

Según expertos en comportamiento animal, este tipo de salto obliga al perro a adoptar una postura bípeda forzada para la que no está preparado. Si se repite de forma habitual, puede favorecer la aparición de hernias discales, artritis, pinzamientos, e incluso acelerar el desgaste articular.

Razas más vulnerables

Aunque todos los perros están expuestos, el riesgo aumenta en razas pequeñas o con patas cortas, como el Teckel o el Corgi. También son más vulnerables los ejemplares con predisposición genética a problemas articulares o aquellos que han sufrido lesiones previas.

Situaciones cotidianas que pueden dañar su salud

Los saltos peligrosos no siempre son evidentes. A menudo se producen en situaciones cotidianas que pasan desapercibidas:

• Al saludar a personas, especialmente si el perro se apoya en dos patas traseras.
• Al pedir comida o atención, poniéndose de pie de forma repetida.
• En juegos que lo incitan a “bailar” o mantener el equilibrio erguido.
• Al subir y bajar del sofá, la cama o el coche sin ayuda.

Cómo prevenir lesiones de tu perro

Por suerte, hay medidas que los cuidadores pueden tomar para evitar estos daños:

Educar con calma

Fomentar saludos tranquilos y no reforzar los comportamientos que impliquen ponerse de pie sobre dos patas. Recompensar con caricias o premios cuando el perro mantenga las cuatro patas en el suelo.

Usar rampas

En perros pequeños, mayores o con tendencia a saltar sobre muebles, las rampas ayudan a reducir el impacto en las extremidades traseras y la espalda. Son especialmente útiles en sofás, camas y coches.

Evitar juegos que lo inciten a erguirse

Algunos ejercicios o trucos pueden parecer divertidos, pero conllevan un alto riesgo si se repiten con frecuencia. Es preferible sustituirlos por juegos de olfato, inteligencia o movimientos controlados.

Vigilar el entorno

Evitar suelos resbaladizos, escaleras pronunciadas o superficies duras que puedan agravar el impacto de un salto.

Consulta veterinaria: la mejor prevención

Si el perro muestra señales de dolor, como cojera, rigidez al moverse o rechazo a saltar, es imprescindible acudir al veterinario. Un diagnóstico a tiempo pueden evitar lesiones crónicas.