8 técnicas efectivas para que tu perro se tome la medicación sin estrés, sin forcejeos y sin que escupa las pastillas

Cuando nuestro perro necesita medicación, lo último que queremos es convertir la administración de la pastilla en una batalla campal. El estrés y la resistencia del animal no solo dificultan la tarea, sino que también pueden generar ansiedad y desconfianza. Por suerte, existen diversos trucos y técnicas que podemos aplicar para que nuestro perro se tome la pastilla de forma voluntaria y sin traumas ¡Sigue leyendo para descubrir los mejores consejos!

Técnicas para que el perro se tome la pastilla

Si tu veterinario ha recetado pastillas a tu perro, prueba estas técnicas para que se las trague casi sin darse cuenta:

• Mezclarla con la comida: este truco sencillo funciona bien para algunos perros y algunas píldoras. Es especialmente útil hacerlo con comida húmeda si normalmente solo comen pienso.
• Precaución: si tienes más de un perro, asegúrate de darles la comida por separado para evitar que el otro se coma la pastilla accidentalmente.

• Juega con tu perro: esconde la pastilla en un alimento que le resulte apetecible (por ejemplo, un trozo de salchicha). Déjalo a un lado y dale a tu perro una golosina sin pastilla. Luego, coge el trozo con la pastilla y juega a acercárselo y retirarlo varias veces, ¡pero no dejes que se la coma! Muévelo de un lado a otro como si lo hipnotizaras y finalmente acércalo a la boca de tu perro y deja que se lo coma.
• Machaca la pastilla: pulverizar la pastilla y mezclarla con la comida (especialmente con alimentos cremosos) puede facilitar su ingesta.
• Cápsulas vacías: si tu perro detecta el olor o el sabor de la pastilla aunque esté mezclada o escondida en la comida, puedes comprar cápsulas de gel vacías en cualquier farmacia y poner la pastilla dentro.
• Engañalo: simula que se te cae comida de la mesa, primero con comida real y luego con la pastilla, para que tu perro se la coma inconscientemente.
• Recurre a la jeringuilla: si la pastilla se puede disolver, disuélvela en agua y administra la dosis con una jeringuilla en la boca de tu perro.

Cuando sólo te queda darle la medicación a la fuerza

Si ninguna de las técnicas anteriores funciona, tendrás que administrar la pastilla a la fuerza, pero siempre de forma suave y respetuosa. Llama al perro de forma calmada para que se siente junto a ti. Con una mano, agarra el hocico del perro desde arriba. Inclina suavemente la cabeza del perro hacia atrás y, con la otra mano, introduce la pastilla lo más atrás posible en la boca. Baja suavemente la cabeza del perro, manteniendo la boca cerrada, y acaricia suavemente la garganta hasta que notes que se ha tragado la pastilla. Termina con muchos mimos y un premio para aliviar el mal rato.