Cada vez más personas tienen una mascota en su casa. De hecho, la presencia de animales en los hogares españoles se incrementó tras la pandemia de la Covid-19. Según cifras de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía, en España el número de perros registrados ha aumentado un 38% en los últimos tres años, con 9,3 millones de canes en el país. Y, en total, los hogares españoles suman 15 millones de mascotas frente a 6,6 millones de niños menores de 15 años.

Tener una mascota en casa tiene múltiples beneficios, pues hacen compañía, obligan al propietario a mantenerse activo en el caso de que necesite salir a pasear, reducen los sentimientos de soledad y se ha demostrado que disminuyen los niveles de cortisol. No obstante, tener un animal también conlleva una responsabilidad, pues tendrá que ser educado para que no cause destrozos, no ladre o llore cuando el dueño se vaya y, sobre todo, tendrá que saber dónde puede hacer sus necesidades. Esto es fundamental para mantener unas adecuadas condiciones higiénicas en el hogar y con el resto de la familia.

Pese a educar bien a las mascotas, los olores son inevitables. Por este motivo, es importante poner en practica ciertos hábitos que ayuden a eliminar ese desagradable olor de las estancias de tu casa. Ahorra tiempo y malos olores persistentes con estos sencillos trucos:

  1.  Cubre el sofá con fundas y lávalas con frecuencia para evitar que el olor se quede impregnado en los tejidos.
  2.  Si tienes un gato o un conejo, elimina sus desechos diariamente y cambia la arena o el heno de la jaula una vez a la semana. Limpia y seca bien el cajón y si aun así sigue desprendiendo cierto olor, lo mejor es rociar con algún producto aromático.
  3.  Pasa la aspiradora una vez a la semana o cada dos semanas como mucho.
  4.  Perfuma las estancias con algún ambientador que sea de tu gusto y que resista bien los olores que desprenden estos animales.

En el caso de que el animal orine en algún rincón de la casa, puedes utilizar una mezcla elaborada con 150 mililitros de vinagre blanco de limpieza, una cucharada de bicarbonato, 50 mililitros de agua oxigenada y el zumo de un limón. Esta fórmula debes aplicarlo lo más rápido posible y antes de pulverizarla, elimina el orín con papel de cocina, así evitarás que la fregona se quede con el olor.