Gerard Piqué no debe estar pasando por su mejor momento. Aunque son frecuentes sus muestras de cariño en público con su nueva pareja, a nivel profesional sigue siendo muy cuestionado. A ello se suma que todavía colea su ruptura con Shakira.

En esta misma semana, sin ir más lejos, el central del FC Barcelona está teniendo más repercusión de la que quisiera. Primero, la cantante colombiana estrena una nueva canción, Monotonía, que parece estar dedicada al futbolista, y por si fuera poco durante el partido de ayer contra el Villarreal recibió varias pitadas por parte de un sector de la grada del Nou Camp Spotify.

Precisamente, el acuerdo del club catalán con la plataforma musical ha dado otro disgusto a Piqué: dentro del compromiso publicitario los jugadores deberán llevar impresas en sus equipaciones los nombres de diferentes artistas punteros en la reproducción de listas. Y Shakira será la siguiente

Monotonía

Y todo ello en el momento en el que la canción de su expareja logra no solo el éxito esperado sino que además se ha convertido para muchos en toda una demostración del daño que ha hecho esta ruptura en la cantante. Y una declaración de intenciones sobre la valentía de Shakira para superarlo.

Ya no es solo la letra de la canción, sino que incluso en el videpclip de Monotonía sus seguidores han sabido encontrar referencias a la relación con Gerard Piqué. Como muestra, un botón: la ropa del actor que interpreta al supuesto causante de su dolor (y al que no se le ve la cara) lleva la misma ropa que mostraba el futbolista durante el video de Me enamoré.

Tal ha sido el revuelo que incluso los paparazzis que suelen hace guardia en la casa de la cantante colombiana en Barcelona no perdieron la oportunidad de preguntar al defensa culé por la canción. Ocurrió durante una visita del futbolista para recoger a sus hijos cuando recibió la pregunta: "¿Qué te parece la canción de Shakira?".

Su repuesta fue el silencio. Siguió hacia el coche sin pronunciar palabra aunque según los presentes en su rostro se evidenciaba el malestar, e incluso el enfado, por esta intromisión.