Ajena a la polémica creada por la publicación en Francia de la biografía del Rey Juan Carlos escrita por la periodista Laurence Debray, 'Mon Roi déchu' ('Mi Rey caído), la Infanta Elena continúa con su día a día y ha demostrado una vez más su apoyo a la fiesta nacional asistiendo a la corrida de Morante de la Puebla, López Simón y Ginés Marín con motivo del Día de la Hispanidad en la madrileña plaza de toros de Las Ventas.

Con un traje de chaqueta en color anaranjado y un sombrero con una cinta de la bandera de España, la hermana de Felipe VI llegaba a la plaza entre los aplausos del público, y después de acceder al tendido entre fuertes medidas de seguridad, pudimos ver a doña Elena disfrutando atentamente de una de sus grandes pasiones en compañía de una amiga.

Siempre discreta con los medios de comunicación, la Infanta Elena ha roto su silencio sobre la polémica que se ha creado con la posible vuelta del Rey Juan Carlos a España y, con un escueto "sí, claro" ha confesado sus deseos de que su padre regrese a nuestro país 14 meses después de su marcha a Abu Dabi. 

Minutos antes, la duquesa de Lugo se encontraba con su hija, Victoria Federica, a la que saludaba cariñosamente antes de ocupar cada una su asiento - en diferentes lugares de la plaza - haciendo gala de la especial complicidad que las une.

La joven, que también lleva en los genes su pasión por la tauromaquia, reconoció igualmente tiene "muchas" ganas de que su abuelo regrese a España.

Acompañada por su gran amigo Tomás Páramo - recién llegado de hacer el Camino de Santiago, una experiencia que no dudaría en repetir con Victoria - la hija de la Infanta Elena apostó por la comodidad y lució un outfit de lo más favorecedor con pantalón rojo, chaleco largo en color gris y una camiseta blanca de inspiración romántica con mangas en farolillo.