El tenor chicharrero Besay Pérez (Santa Cruz de Tenerife, 1992) inició esta noche su andadura en el programa musical ‘La Voz’, de Antena 3, en un nuevo hito dentro de su trayectoria. El ‘niño’ de la Peña del Lunes, rondalla con la que se inició en el mundo del Carnaval con solo nueve años de edad, se atrevió con un clásico lírico como ‘O sole mio’ en la segunda audición a ciegas del espacio televisivo en el que actúan como ‘jurado’ los cantantes Luis Fonsi, Pablo Alborán, Alejandro Sanz y Malú.

Durante el minuto y medio que duró su actuación, con una obra interpretada por grandes como Luciano Pavarotti o Plácido Domingo, entre otros, Besay Pérez demostró su dominio con el género lírico en el que se inició con las rondallas para crecer musicalmente hace diez años de la mano de Los Sabandeños.

El intérprete chicharrero fue el primero de los concursantes de la segunda emisión de las audiciones a ciegas de ‘La Voz’, cuya actuación fue celebrada por los cuatro jurados que activaron el pulsador y se giraron para optar a convertirse en su formador o entrenador. Deberá aún transcurrir un mes para volver a ver a Besay Pérez en la gran batalla, donde se realizará el filtro entre los catorce miembros de cada equipo.

Acompañado por su madre, Cande –que definió a su hijo como un luchador y una persona constante–, el tenor chicharrero abrió la segunda velada de ‘La Voz’ con una presentación muy personal en la que reconoció cuánto ha supuesto la música en su vida, que se ha convertido en su mejor terapia para superar la tartamudez.

A partir de ahí, Besay Pérez, ganador de cuatro primeros premios de solista en rondallas y otros tantos terceros, hizo realidad el objetivo que se trazó al inicio del concurso: cantar con ganas y disfrutar al máximo la experiencia.

Aunque se giraron los cuatro cantantes, Malú fue la primera en mostrar su admiración por el intérprete chicharrero, que prefirió decantarse por el ‘vozarrón’ de Besay Pérez, por encima de la afinación. «Te necesito en mi equipo para avanzar», le confió la intérprete buscando su complicidad. También Pablo Alborán reconoció su admiración por la capacidad vocal del tenor chicharrero, mientras Alejandro Sanz se interesó por el proceso de formación de Besay Pérez, quien se define como autodidacta desde que con ocho años se inició en la música de la mano de sus abuelos. Tomó ahí el guante Luis Fonsi, quien reconoció que él se formó en el estilo lírico, para celebrar la capacidad demostrada por el tinerfeño que «fue encontrando su lugar en el minuto y medio de su actuación».

A preguntas de Fonsi, el laureado solista de rondallas admitió que no le gustaría encasillarse en el estilo lírico, un objetivo que evidencia en su trayectoria musical, pues aunque Besay Pérez se inició con las rondallas –primero en la Peña del Lunes, luego en San Gerardo hasta incorporarse en las filas de la Unión Artística El Cabo, desde 2009– ha demostrado el dominio de otros géneros, como el folclore, de la mano de Los Sabandeños, o en los últimos años en su trayectoria tocando ‘otros palos’ como evidencia su producción discográfica ‘Íntimo’.

Aquel niño que nació al amparo del certamen de rondallas que salió del Pabellón Municipal de Deportes al Auditorio de Tenerife volvió a demostrar su habilidad para registrar tonos agudos con naturalidad y frescura, un arte en el que se ha formado con clases impartidas por Candelaria González, Encarna Santana, María Orán y, en especial, Israel Espino, director de El Cabo y Los Sabandeños, compañero de la vida de Besay.

El tenor chicharrero se desenvolvió en un ambiente de camaradería con los cuatro cantantes de reconocida trayectoria nacional e internacional bajo la máxima de «vengo a cantar y ser feliz», después de haber superado la selección on line, así como las pruebas presenciales que se desarrollaron por comunidades autónomas antes de que fuera citado a las dos pruebas de selección en Madrid en la antesala de la audición que se celebró a ciegas anoche.

Besay Pérez puede presumir de ver a los cuatro intérpretes peleando por sumarlo a su equipo y hasta de elegir a su coach, responsabilidad que confió en Malú, con la vista puesta en demostrar su dominio con otros estilos. Besay Pérez confía en que ‘La Voz’, que se convirtió en una alternativa al confinamiento en tiempos del covid, sea un trampolín para hacer de su virtud y pasión por la música una forma de vida, una experiencia que han intentado con éxito desigual otros canarios como Sislenia Caparrosa, Alba Pérez y, en la edición anterior, Marta Santos, que apunto estuvo a llegar a los directos.

Besay Pérez, voz del Carnaval, representa la superación artística que enamora por su empatía.