En el 2017 tocó Roma; en el 2021, Galicia. Hace mucho tiempo que el conocido cómico y actor malagueño, Dani Rovira, empezó a colaborar con la asociación Mi Princesa Rett. Lo hace a través de su Fundación Ochotumbao desde que hace diez años Paco Santiago y su familia entrasen por las puertas de su casa "de manera literal" para pedirle ayuda "con toda la honestidad y la humildad del mundo".

Por eso ahora, al igual que hace cuatro años, no ha dudado ni un momento en volver a acompañar en bicicleta a los miembros de la organización pacense, esta vez en el marco de un proyecto cuyo nombre, FinisteRett, mezcla sus dos características principales: el destino (el cabo Finisterre) y el motivo (el síndrome a que afecta a alrededor de 3.000 niñas en España, entre ellas Martina).

El objetivo no es más que recaudar fondos para luchar contra esta enfermedad rara al tiempo que se le da visibilidad, como ya ocurriera cuando viajaron hasta la capital de Italia. "Pusimos el síndrome de Rett encima de la mesa de muchísimos ambulatorios y hospitales", ha comentado Rovira en una reunión previa a su partida con Guillermo Fernández Vara, presidente de la Junta de Extremadura, e Isabel Gil Rosiña, consejera de Igualdad, que les entregaron una bandera de Extremadura.

El 15 de junio, Rovira, Santiago y otros cuatro ciclistas más llegarán a la capital gallega. Allí se juntarán con otras seis madres de niñas con este problema que recorrerán a pie el Camino de Santiago por la zona norte de España. Al día siguiente, llegarán juntos al cabo de Finisterre, considerado antiguamente el fin del mundo.

El dinero que recauden será entregado al hospital Sant Joan de Déu de Barcelona para que continúe con un estudio que ya está dando sus frutos. El padre de Martina, de hecho, empezó ayer su intervención leyendo un mensaje que le mandó la semana pasada Àngels García Cazorla, la directora de la investigación, que le contaba los diversos avances que están realizando y le anunciaba el envío a Badajoz de un equipo de neuroestimulación para empezar a trabajar con las niñas que sufren esta enfermedad. "Yo lo que me imagino es que mi hija pueda hablar, es lo que voy buscando», decía Santiago con un tono emocionado. «Mientras estemos vivos, vamos pedalear, andar, correr y escalar a tu lado", le ha prometido Rovira.