Hasta hace apenas seis meses Luis Gasset era un completo desconocido para la crónica rosa, género al que saltó a principios de junio cuando se desveló su noviazgo con Ágatha Ruiz de la Prada. Desde entonces este ejecutivo familiarizado con la prensa económica se ha convertido en presencia habitual del papel cuché, persecución de los paparazzi incluida. "Lo llevo con humor, o eso intento. Es algo que precisa cierta aclimatación. Entiendo que en esta sociedad, y en estos momentos, la gente necesita noticias positivas y alegres. Tipo el Hollywood de posguerra... Probablemente no tendría la misma opinión en otras circunstancias, pero ahora reconozco la importancia de ese periodismo. Antes no. Estoy en un momento de la vida divertido, y hay que disfrutarlo".

Gasset pertenece a una familia de intelectuales. Viudo y padre de dos hijas, Gasset se instaló en Madrid en 2019 después de 12 años en el extranjero. Ágatha Ruiz de la Prada y él se conocieron a través de una amiga común, Olivia Herbosch. "Te presentan y ves que mantienes un diálogo fácil, que te ríes, que tienes muchas cosas en común. Los dos hemos trabajado por todo el mundo. Ágatha no solo ha sido una dinamo para la moda española, ha sido una vanguardista del feminismo. Del de verdad. Ella desfilaba en París, Milán y Nueva York, pero lo que poca gente sabe es que luego se iba a Islamabad a trasladar valores occidentales a una sociedad muy difícil, intentando que la mujer tuviera acceso a la moda. Puso en riesgo hasta su vida".

Apasionado de la historia, se declara monárquico: "Hemos tenido la suerte de tener reyes buenos. En caso contrario sería republicano", y gracias su trayectoria profesional Gasset demuestra un conocimiento exhaustivo del mundo árabe, fruto de más de una década de experiencia en Dubái y Catar, donde presidió las aerolíneas del país entre 2014 y 2017.