Me enteré de que era uno de los candidatos para casar a Rafa Nadal y a Xisca [así se refiere a ella] Perelló por la prensa. También de la hora de la ceremonia. Tuve que llamarles para saber si era cierto". Lo cuenta entre risas un divertido Tomeu Català, sacerdote y fundador de Projecte Home, ajeno a la trascendencia mediática del enlace. "He casado a mucha gente. Cada una de las bodas que he hecho ha sido especial, y con esta será igual. Solo voy a casar a dos personas que se quieren. Y esto es un juicio que no puedo hacer, pero es lo que he percibido cuando he estado con ellos". Él será el encargado de dirigir el culto de la boda de la pareja de Manacor, que se casará el 19 de octubre en sa Fortalesa (Pollença).

Català está contento y tranquilo. Habla con respeto de la pareja y solo tiene palabras afables para ambos. Su relación con la familia de Rafa Nadal viene de lejos. El abuelo del tenista, a quien le debe el nombre, era director de orquesta y participó en numerosas ocasiones en conciertos en beneficio de Projecte Home. El padre del tenista, Sebastián Nadal, que dirige una empresa de cristales además de negocios inmobiliarios junto a sus hermanos, también ha apoyado siempre a Català. Así, su ayuda fue clave en la construcción de la nueva sede de Projecte Home, situada cerca del Hospital Son Llàtzer. Con el tenista, cuenta, coincidieron hace años en Son Servera, donde les entregaron un premio. Después, dice el cura, ha seguido muy de cerca su carrera: "Rafa Nadal es un ejemplo por los valores que transmite. Es por esto que está rodeado de gente que le quiere. Rafa Nadal es una persona que ama y que es amado, y eso no se compra ni se vende".

Con Mery el sacerdote tenía menos relación. Sin embargo, "desde que la conozco he sabido que muchos amigos míos son familiares suyos". Curioso. Cuenta haber conocido a una persona sencilla, llena de delicadeza e ilusión. "Por poco que pueda, pondré de mi parte para que su día sea muy bonito", señala Català, que declara que a él le gusta que en las bodas que oficia "participen los más allegados". No obstante, asegura que aún no sabe cómo será la ceremonia, ya que muchas cosas dependen de la pareja.

Una boda sencilla e íntima

La voluntad de Rafa Nadal y Mery Perelló de querer un enlace "sencillo, personal e íntimo" impresionó mucho al sacerdote. Además, le expresaron sus deseos de contraer matrimonio por la iglesia sin que eso supusiera que la boda fuera un espectáculo al alcance de todos. Català rápidamente entendió por qué eligieron sa Fortalesa como escenario del enlace, un lugar blindado e inaccesible para cualquier persona que no tenga permiso para entrar. Por este motivo, tanto el cura que oficiará la boda como el obispo Sebastià Taltavull consideraron que existían motivos suficientes para concederles el permiso para poder casarse por la iglesia en la finca pollencina.

El eclesiástico nunca ha estado en sa Fortalesa, por lo que tenía pensado visitarla antes de la celebración. Pero ha cambiado de idea: "Será una sorpresa, ya lo veré", apunta. Tampoco le preocupa ni cuántos ni quiénes serán los invitados: "Sé que será gente que, de alguna manera, tiene relación, quiere y respeta tanto a Rafa Nadal como a Xisca Perelló. A mí, con saber eso me basta. Es suficiente".