Esto es el Oosouji: el secreto japonés para limpiar tu casa y despedirte las malas energías para siempre

Los japoneses tienen el estereotipo de ser rectos, ordenados y pacientes, tres conceptos que aplican en todos los ámbitos de su vida. Los nipones combinan un estilo de vida de caos y seriedad del trabajo, con la calma hogareña. Por eso, no es de extrañar que los métodos que usan para hacer de su casa más confortable se copien en todo el mundo, como es el Oosouji, la nueva moda con la que limpiarás tu casa de suciedad y de malas energías.

Ōsōji (escrito directamente del japonés) es una tradición japonesa que consiste en una limpieza profunda del hogar, la oficina o cualquier espacio antes de que termine el año. Significa "gran limpieza" en castellano, y suele realizarse a finales de diciembre, especialmente durante los últimos días del año, como preparación para recibir el Año Nuevo con un ambiente renovado, limpio y puro.

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Sin embargo, más allá de las tradiciones japonesas, muchos expertos aconsejan que se puede hacer cuando creas que es el momento de iniciar una nueva etapa en tu vida, o cuando simplemente quieras cambiar de aires y quieras dejar atrás 'las malas vibras'.

Los japonenses lo comparan con esta tradición europea

El Ōsōji se puede comparar con la limpieza de primavera en Occidente, pero en Japón tiene una carga ritual y espiritual mucho más marcada. También guarda relación con el kintsugi y el wabi-sabi, conceptos que se usan para valorar lo simple y lo auténtico, pero en este caso aplicado al orden y la renovación. Además de su significado material, tiene una historia cultural detrás:

• Purificación espiritual y física: No es solo una tarea doméstica, sino un acto simbólico de limpiar el pasado, eliminar la suciedad acumulada y despedirse de las malas energías.
• Preparación para un nuevo comienzo: Se cree que una casa limpia atrae la buena suerte, la armonía y los buenos espíritus para el nuevo año.
• Práctica comunitaria y familiar: Muchas familias lo hacen juntas, al igual que empleados en las oficinas, escuelas o templos.

No se trata de limpiar solo los muebles de tu casa, sino que consiste en deshacerse también de papeles, ropa y objetos que ya no se usan para purificar espacios personales y comunes y así dejar atrás el desorden acumulado.

Así debes limpiar tu casa

Primero, prepara la mentalidad, porque no es solo limpiar, es empezar de cero. Antes de tocar un trapo o la fregona, haz una pausa consciente. El Ōsōji simboliza dejar atrás lo viejo y abrir espacio a lo nuevo. Puedes poner música relajante, abrir ventanas e incluso preparar incienso o un difusor de aromas, como señalan algunos expertos en limpieza.

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Luego, deshazte de lo que ya no necesitas. Haz una pasada rápida por cada estancia con una bolsa para tirar y otra para donar, porque esto también te reconfortará personalmente. No te limites a lo visible: revisa cajones, papeles, cables, medicamentos, ropa olvidada…

Limpia de arriba hacia abajo, de adentro hacia afuera

Este es uno de los puntos más importantes, porque los japoneses siguen un orden tradicional, siempre comenzando por la parte superior de la casa, luego pasando por las habitaciones intermedias y acabando por la entrada en el siguiente orden:

• Techos y paredes: quita el polvo con un paño seco o una escoba envuelta en tela.
• Ventanas y puertas: limpia los cristales, marcos y bisagras.
• Cocina: desengrasa campana, horno y cajones. Tira alimentos vencidos.
• Baño: desincrusta juntas, cambia cortinas, revisa botiquín y pon toallas nuevas.
• Dormitorios y salón: limpia debajo de camas, sofás y muebles. Aspira rincones y detrás de electrodomésticos. También cambia las sábanas.
• Pasillos y entrada: en Japón, se limpia el genkan (recibidor) con especial atención, porque representa la primera impresión del hogar.

Además, debes seguir el recorrido de las agujas del reloj cuando limpies una habitación.

Los japoneses usan productos sencillos y mezclas naturales como:

• Agua con vinagre para cristales.
• Bicarbonato para desodorizar alfombras o colchones.
• Limón y sal para eliminar grasa y olores.

Por último, cierra con una intención para el nuevo año o la nueva vida. Cuando termines, agradece tu casa por protegerte un año más, enciende una vela y espera que la calma te acompañe en la nueva vida y dejes atrás historias que no quieres repetir.