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Echa este producto en tu lavadora: la ropa saldrá como nueva

En la lavadora o a mano podremos recuperar el blanco original de nuestras prendas

Muchas de nuestras prendas de vestir más preciadas se rompen o nos quedan pequeñas y por lo tanto, son inservibles, pero si pierde su color original aun queda esperanza para volver a recuperarlo y poder volver a lucir nuestro vestuario. Las prendas blancas son las que más sufren, ya que tras el uso frecuente, suelen perder el blanco original y quedar teñidas. Para blanquearlas podemos hacer uso de la lejía, pero un uso inadecuado de este producto, puede hacer que nos tengamos que deshacer de la ropa.

¿Cómo debe utilizarse correctamente la lejía cuando lavas?

La lejía es uno de los productos de limpieza más utilizados en los hogares debido a su gran capacidad de desinfección y capacidad de limpieza y por lo tanto, en la lavandería, no iba a ser menos por su potente agente contra las manchas y blanquear la ropa amarilleada.

Para que la ropa quede en perfecto estado es importante saber la cantidad de producto que debemos emplear en los lavados, si lo añadimos a la lavadora, se deberá echar el producto en el cajetín con el símbolo de un triángulo y si no se dispone de este, en el compartimento del suavizante y bastará con 150 ml y un ciclo de lavado normal. Hay que tener especial cuidad en el tipo de tejido en el que se emplea la lejía, ya que todos no reaccionan igual, en el algodón puro, algodón y lino, la sustancia hace un trabajo espléndido, y no es recomendable su uso en lana sintética y de color. Será recomendable una temperatura del agua no mayor a los 50ºC, una temperatura superior podría dañar los tejidos.

Es recomendable mirar el etiquetado de las prendas, ya que se indican los productos que se pueden utilizar, tiempos de lavado, temperaturas y más información que hará que nuestra ropa esté mas cuidada.

La alternativa es el lavado a mano

Si nuestra opción es emplear la lejía en un lavado a mano, deberemos utilizar un cubo o palangana de gran tamaño y llenarlo de agua fría, seguidamente se diluirá la lejía en el agua (1 vaso cada 10 litros de agua), por último introduciremos la prenda en el recipiente y la dejaremos reposar unos 5/10 minutos, no prolongar estos tiempos para que el efecto abrasivo de la lejía no dañe la ropa. Una vez retiremos la prenda, deberemos enjuagarla bien con detergente para proceder al lavado normal.