La ventilación de una casa no es solo importante en verano, si no en todas las épocas del año. Haga frío o calor, es bueno renovar el aire de una vivienda al menos una vez al día para evitar problemas de salud. Y es que una mala ventilación puede traer consigo ansiedad, estrés, dolores de cabeza, así como problemas de temperatura en el interior de la vivienda, corrientes de aire, humedades e incluso pérdidas indeseadas de energía.

Por este motivo, es importante supervisar y mejorar el sistema de ventilación de las viviendas y aquí te mostramos algunos consejos para hacerlo de manera correcta.

Tipos de ventilación

Para que el aire natural fluya por tu hogar sin necesidad de un sistema de renovación mecánica, prueba ventilar la casa de forma natural, como se ha hecho toda la vida. Toma un momento del día, a poder ser a primera hora de la mañana, y abre las ventanas de tu casa de par en par para dejar que el aire se renueve. De esta manera, también estarás evitando la condensación, así como la aparición de humedades. Lo recomendable es dejar las ventanas abiertas durante 30 minutos con el objetivo de eliminar la humedad producida por la respiración durante la noche.

También puedes probar con la ventilación cruzada, un tipo de ventilación que se basa en las corrientes. Solo tienes que abrir dos ventanas en lugares opuestos de la casa y dejar que el aire circule.

Otra manera de renovar el aire es a través de elementos mecánicos o de dispositivos de ventilación. En este sentido, también debemos prestar atención a la hermeticidad de las ventanas ya que deben permitir un intercambio mínimo de aire que asegure el bienestar y la salud de los habitantes de la vivienda.

Tipos de dispositivos de ventilación

Lugares cerrados o húmedos como el baño o la cocina cuentan con sistemas de ventilación para renovar el aire. Solo hay dos tipos de dispositivos de ventilación en el mercado y son los siguientes:

  • Sistemas de simple flujo: se trata de un extractor con el que se elimina el aire contaminado de una casa llevándolo hacia la calle por medio de unos conductos de aire. Eso sí, no controla el aire de entrada, por lo que en este tipo de sistema se debe prever bocas de entrada del aire de sustitución. De esta forma, se garantizará la extracción del aire contaminado sin dificultad.
  • Sistemas de doble flujo: estos sistemas no se limitan a deshacerse del aire contaminado, sino que además tratan el aire de entrada de diferentes maneras. Sus principales características son la filtración, la refrigeración, la recuperación del calor y la deshumidificación. Además, algunos de estos sistemas incluyen la opción de realizar un tratamiento anti bacteriano, perfecto para personas con problemas de alergias.

Ventajas

Los sistemas de ventilación de doble flujo, además de contar con las características señaladas, poseen una serie de ventajas, tales como:

  1. Ahorro de energía y cuidado del medio ambiente gracias a la reducción del uso de sistemas de combustión o aire acondicionado.
  2. Disfrutar de un aire mucho más puro gracias a su sistema de filtros, evitando así posibles enfermedades respiratorias.
  3. Disponer de aire climatizado gracias a los recuperadores de calor.
  4. Tranquilidad y confort gracias a su trabajo silencioso.