O lo amas o lo odias. Planchar relaja a algunas personas. A otras no les disgusta. Y luego están quienes -prácticamente la mayoría- le tienen cierta manía. Porque es una tarea poco atractiva y porque lo ven como una pérdida de tiempo. Por no hablar de la gran cantidad de luz que se gasta.

Hay quien se esmera en sacar la ropa de la lavadora, doblarla cuidadosamente y así ahorrarse unas cuantas horas. Y también quien plancha absolutamente todo (incluida la ropa interior). Seas de un bando o del otro, aquí van algunos trucos fáciles para que la ropa quede perfecta sin utilizar la plancha:

Uno de los métodos más recurrentes y efectivos es la ducha. Es simple: basta con colgar la ropa de una percha en el baño, cerca del chorro de agua, pero con cuidado de que la prenda no se moje. Esto permite aprovechar el vapor que se genera con el agua caliente, de forma que cuando acabes de ducharte, las arrugas habrán desaparecido. Es, además, una buena forma de ahorrar tiempo y energía. Lo que viene siendo matar dos pájaros de un tiro.

Foto: Shutterstock

Sin salir del baño, otro truco sencillo es utilizar el secador. Como en el caso anterior, basta con humedecer las áreas más arrugadas y colgar la prenda de una percha. Después, dirige el calor del secador hacia esa zona a una distancia prudencial. Eso sí, hay que insistir hasta que desaparezcan las arrugas.

Si las marcas son muy pronunciadas, puede que tengas que recurrir a la plancha del pelo. Es una forma rápida de dejar lisos el cuello y los puños de las blusas. No excesivamente caliente, pasa la plancha sobre la arruga de la misma forma en que la deslizas por el cabello.

Ahora bien, el vapor no sólo está en el baño. También se crea, por ejemplo, cuando te haces una infusión, por lo que el hervidor de agua y las teteras pueden ser útiles a la hora de combatir las arrugas en la ropa. Solo tienes que colocar la prenda a unos 30 centímetros y dejar que el vapor que sale de la tetera se dirija directamente hacia los pliegues.

Otra opción es hacerte con un spray y pulverizar agua a unos 30 centímetros de distancia. Se trata de rociar el agua directamente sobre las arrugas. Una vez que se seque, la zona debería estar más o menos lisa, o por lo menos las arrugas más marcadas deberían estar difuminadas.

Si no quieres utilizar ni secador, ni spray, ni nada de nada, algo que también funciona bien para evitar las arrugas en las camisetas, sudaderas y abrigos es colgarlos en perchas en cuanto termina la lavadora. Sacude las prendas y luego cuélgalas en una percha. Más sencillo y rápido imposible.

El consejo que viene a continuación puede sonar un tanto enrevesado, pero, sí, se pueden quitar las arrugas de la ropa usando el colchón. En este caso, hay que envolver y enrollar las prendas una a una y colocarlas debajo del colchón durante al menos una hora. Al sacarlas las arrugas que quedan son mínimas.

Finalmente, otra opción es emplear una tela humedecida. Coloca la prenda sobre una mesa y, encima, pon una toalla o gasa húmeda presionando la zona con arrugas. Una vez que se seque, los pliegues deberían desaparecer. Un truco útil si estás fuera de casa y no tienes cerca una plancha.