La situación del aceite de oliva se encuentra en un estado de incertidumbre debido a los precios exorbitantes que se han mantenido durante semanas. La esperanza se centra en lo que pueda suceder en los próximos días, y los productores y agricultores miran al cielo con impaciencia, esperando ansiosamente la llegada de las lluvias. Estas precipitaciones podrían ayudar a aliviar el problema, pero no resolverían completamente la difícil situación que se presenta.

La presente campaña de aceite de oliva es la peor registrada en mucho tiempo, con una producción que apenas alcanza las 663,000 toneladas, lo que representa una disminución del 55.57%, según los datos del Ministerio de Agricultura. Esto está muy lejos de las casi 1.5 millones de toneladas obtenidas entre 2021 y 2022, como informa Cinco Días.

Desde el principio del año, los agricultores reconocieron que estábamos ante la cosecha más baja del siglo XXI, y esto inevitablemente ha impactado en el precio del producto. La demanda se ha mantenido constante mientras que la oferta ha escaseado, lo que ha resultado en un aumento significativo en su valor.

La situación del aceite de oliva está marcada por precios elevados y una cosecha históricamente baja

En resumen, la situación del aceite de oliva está marcada por precios elevados y una cosecha históricamente baja. La esperanza está puesta en las lluvias, pero queda por verse si esto será suficiente para aliviar el problema en su totalidad.

En estos momentos, es evidente en los pasillos de los supermercados que una botella de aceite de oliva virgen extra se vende por 10 euros. Lo más preocupante es que no se vislumbra una mejora en esta situación a corto plazo. 

Archivo - Envasado de aceite de oliva COOPERATIVAS AGRO-ALIMENTARIAS - Archivo

Pendiente del tiempo

El sector del aceite de oliva deposita su esperanza en las lluvias pronosticadas para estos días. La recuperación se vislumbra como un desafío complejo, pero al menos se anticipa una leve mejora en la producción. Los más optimistas estiman que podríamos alcanzar las 800,000 toneladas.

El director de la Asociación de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites (Anierac) señala que los olivos están mostrando "un poco más de fruto", aunque se necesita un otoño más lluvioso para que las aceitunas produzcan más aceite. La producción ha sido fuertemente afectada por la sequía y el calor de la pasada primavera. Estas condiciones adversas llevaron a la quema de las flores de los olivos, de las cuales nacen las aceitunas. La falta de agua ha dejado a los árboles exhaustos.

El director de la Asociación de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites (Anierac) señala que los olivos están mostrando "un poco más de fruto", aunque se necesita un otoño más lluvioso

Es importante recordar que España es el principal productor de aceite de oliva a nivel mundial, representando el 45% del total, y elevándose al 70% en Europa. Italia, el segundo mayor productor, se encuentra muy por debajo con 241,000 toneladas.

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La industria del aceite de oliva está atenta a las condiciones climáticas y espera que las lluvias brinden alivio a una campaña agrícola desafiante.

La evolución del precio del aceite de oliva

En agosto, los precios del aceite de oliva experimentaron un aumento significativo, entre un 45% y un 52% en comparación con el mismo período del año anterior. Los diversos actores involucrados en la cadena de producción han destacado que el mercado se encuentra bajo una fuerte tensión, especialmente en España, donde el aceite de oliva es un artículo de gran relevancia.

Los españoles consumen aproximadamente 11.5 kilogramos de aceite de oliva por persona al año, en contraste con países como Irlanda, donde el consumo apenas alcanza los 700 gramos. Esta disparidad en el consumo ayuda a explicar por qué el precio del aceite de oliva en España es más elevado en comparación con otros lugares.

Los españoles consumen aproximadamente 11.5 kilogramos de aceite de oliva por persona al año, en contraste con países como Irlanda, donde el consumo apenas alcanza los 700 gramos

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) señaló en un comunicado que los españoles compraban el aceite de oliva un 6% más caro que en Italia, un 16% más que en Francia y un 27% más que en Portugal. Este organismo instó a la intervención estatal para controlar el aumento descontrolado de precios.

Sin embargo, los profesionales del sector destacan que los costos más altos en España se deben en parte a la rotación frecuente de productos en los supermercados, lo que ajusta el valor del aceite a la realidad del mercado. Además, observan la actitud previsora de los españoles, quienes suelen comprar más aceite del que necesitan, conscientes de la posibilidad de futuros aumentos de precios. Esta mentalidad contribuye a la estabilidad del mercado en momentos de fluctuaciones de precios.