Ni fregadero ni microondas: el punto crítico de suciedad en tu cocina y el truco para limpiarlo

Las tablas de cocina son un imán para la suciedad microscópica, por encima de muchos fregaderos, microondas o partes traseras de grandes electrodomésticos.

Esto se debe a que en cada corte del cuchillo se abren surcos donde quedan atrapados jugos, grasa y migas. Luego la humedad penetra en los poros y las bacterias encuentran un terreno ideal para multiplicarse.

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Esta combinación de pequeñas hendiduras, restos orgánicos y agua explica por qué, incluso recién enjuagada, una tabla de cortar puede albergar Salmonella, E. coli o mohos que no se ven a simple vista. Con el tiempo aparece un olor rancio y zonas oscurecidas difíciles de eliminar.

Por qué tanta suciedad

1. Microcortes y porosidad. -Cada pasada del cuchillo produce grietas minúsculas. En la madera estas hendiduras se abren con facilidad; en el plástico, el material acaba arañado y se vuelve rugoso.
2. Contaminación cruzada.- Cuando se cortan carne cruda y, acto seguido, verduras o pan, los patógenos pasan de un alimento a otro. Si la limpieza es superficial, el biofilm avanza capa a capa.
3. Lavado insuficiente.- Un enjuague rápido con agua fría no disuelve las grasas ni penetra en los surcos; queda una película invisible de proteínas y almidones que sirve de alimento a microbios.

El truco definitivo

El remedio casero se prepara combinando tres ingredientes:

• Una cucharada sopera de sal gruesa, que funciona como abrasivo y arrastra la suciedad incrustada
• Otra cucharada sopera de bicarbonato sódico, que al ser alcalino desengrasa y neutraliza los olores
• Medio limón, cuyo zumo ácido desinfecta suavemente y aclara la madera.

Estas cantidades bastan para limpiar una tabla de tamaño mediano.

Cómo aplicarlo

1. Espolvorear la sal y el bicarbonato sobre la tabla húmeda.
2. Frotar con la mitad de limón, presionando para exprimir el jugo mientras se arrastra la mezcla en círculos. El grano de sal y la alcalinidad del bicarbonato desprenden la película invisible; el ácido cítrico ayuda a desodorizar y a frenar bacterias.
3. Reposar cinco minutos.
4. Enjuagar con agua muy caliente y secar al aire en posición vertical. La madera necesita circulación de aire para evitar que la humedad quede atrapada.

Si la tabla presenta hendiduras profundas que no desaparecen tras lijar ligeramente la superficie, es hora de cambiarla: esas grietas alojan suciedad que ningún lavado elimina del todo.

En la práctica, una tabla de uso diario suele durar de uno a dos años antes de quedar demasiado marcada.

Consejos extra

• Reserva dos tablas: una para crudos (carnes, pescados) y otra para alimentos listos para comer.
• Desinfecta cada semana sumergiendo la tabla dos minutos en una solución de una cucharada de lejía por litro de agua, luego aclara y seca.
• Evita dejar la tabla en remojo: la madera se hincha y el plástico se deforma, potenciando las grietas.

Con la rutina del polvo de sal, bicarbonato y limón, la superficie queda pulida, sin olores y con una carga microbiana mucho menor. Mantener la tabla limpia y lisa no solo mejora la higiene de la cocina, sino que prolonga la vida útil de uno de los utensilios más utilizados y, paradójicamente, más olvidados a la hora de una limpieza a fondo.