Soy dietista y este es el motivo por el que deberías congelar el pan

El pan es uno de los alimentos más consumidos a nivel mundial. Cada país y cada cultura tienen su propia manera de prepararlo: con masa madre, en forma de pita, con semillas, integral... Además, cuenta con una infinidad de usos, desde ser un simple acompañamiento hasta convertirse en el principio y el fin de un bocadillo. Se dice que el pan natural es uno de los alimentos más saludables, pero, ¿qué razones llevan a los dietistas a recomendar su congelación?

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación publicó una investigación que revela que cada español come de media 29,5 kilos de pan al año, lo que supone una cifra de 1,39 millones de toneladas en todo el país. Estos números destacan la importancia de este producto en nuestra alimentación. Por eso, los nutricionistas se centran en optimizar sus beneficios.

Congela el pan antes de comértelo

El dietista Carlos Dorado (@carlos.muyfit0) ha desvelado por qué el pan tiene más beneficios si lo comes después de congelarlo y si lo consumes directamente después de comprarlo. "Suena raro, pero congelar y luego descongelar el pan cambia su estructura molecular y no es lo mismo que comerlo fresco, ya que tiene un beneficio enorme", asegura el experto.

El pan tiene un componente muy importante, el almidón, un tipo de carbohidrato que normalmente se digiere muy rápido y eleva el azúcar en sangre. Según explica el experto, "cuando congelas el pan y luego lo descongelas, parte de ese almidón se convierte en almidón resistente; es decir, que no se digiere en el intestino delgado, sino que llega intacto al colon".

Este proceso es muy bueno para tu intestino, porque te aporta los siguientes beneficios:

• Favorece el crecimiento de las bacterias beneficiosas de tu microbiota, funcionando como un probiótico natural que contribuye a una mejor digestión.
• Ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre, ya que al no ser totalmente digerido proporciona energía de manera constante.
• Permite que nuestro cuerpo absorba menos calorías, porque una parte de esos carbohidratos deja de ser una fuente inmediata de energía.

El resultado de congelar el pan es un alimento que se digiere más lentamente, favorece la salud de tu microbiota y contribuye a un mejor control de la glucosa en sangre.

Además, al congelar el pan se conserva su frescura por más tiempo, evitando el desperdicio de alimentos. Este proceso también puede ser una solución práctica para quienes desean planificar sus comidas con antelación, ya que permite disponer de pan en óptimas condiciones cuando se necesite.