Supera los miedos y retoma tus estudios: cómo volver a estudiar de mayor y reinventarte

Volver a estudiar después de una pausa en la vida académica, ya sea por razones laborales, familiares o personales, es una decisión que muchas personas toman en algún momento. Es un viaje que implica un compromiso con el aprendizaje continuo y la búsqueda de nuevos conocimientos y habilidades.

Aunque el cerebro experimenta cambios con la edad, la capacidad de aprendizaje no se pierde. De hecho, la madurez aporta una mayor capacidad de compromiso, concentración y comprensión, lo que facilita la aplicación del aprendizaje en la vida real.

Consejos para volver a estudiar después de años

Establece una rutina

Define un horario de estudio consistente para maximizar tu aprendizaje y tu éxito. Recuerda que la flexibilidad es clave y que tomar descansos es fundamental para tu bienestar.

Aprovecha la tecnología

Libros electrónicos, videotutoriales, audiolibros… la tecnología pone a tu disposición una amplia gama de recursos para facilitar el aprendizaje.

Fíjate objetivos realistas

Divide tus estudios en objetivos más pequeños y alcanzables. Esto te ayudará a sentir progreso y te mantendrá motivado. Define un calendario para medir tus avances.

Organiza tu tiempo de estudio 

Prioriza tus estudios y planifica tu día para que puedas dedicarle tiempo sin descuidar tus otras responsabilidades.

No te rindas

Recompénsate por tus logros y celebra tus éxitos para mantener tu motivación. Tomarse un tiempo para descansar y despejar la mente es fundamental para el aprendizaje efectivo.

Fuera prejuicios

Es importante identificar y superar los prejuicios que pueden impedirte dar el paso de volver a estudiar. Recuerda que la edad no es un obstáculo para alcanzar tus objetivos.

Define qué quieres estudiar

Define qué quieres estudiar y cuál es tu objetivo final. Investiga diferentes opciones y elige la formación que mejor se adapte a tus necesidades y metas.

Volver a estudiar después de una pausa es una decisión que requiere esfuerzo y dedicación, pero las recompensas son innumerables. Con un poco de planificación, autodisciplina y un compromiso constante, puedes alcanzar tus objetivos.