Las tres cosas que debes hacer antes de salir de casa para mantener tu casa en orden

Para muchos, el primer pensamiento cuando suena el despertador es "demasiado pronto para levantarse". Sin embargo, para quienes cultivan el orden como un estilo de vida, el concepto de “demasiado pronto” simplemente no existe.

Estas personas, a menudo consideradas maniáticas del orden, entienden que el día no puede comenzar a contrarreloj. Tienen claro que para afrontar la jornada con tranquilidad, deben llevar a cabo tres rituales matutinos que les permitirán salir de casa con la certeza de que todo está en su lugar.

Estos hábitos no solo les ahorran tiempo a largo plazo, sino que también contribuyen a mantener el hogar en un estado impecable, evitando la necesidad de intensas sesiones de limpieza al estilo Marie Kondo.

Se trata de tres tareas diarias que si se realizan antes de salir de casa te permitirán tener la casa en orden, recogida y limpia por más tiempo. . Al tomarse unos minutos cada mañana para cumplir con estas tareas, se elimina la necesidad de grandes esfuerzos de limpieza más adelante, lo que permite disfrutar más del tiempo libre.

Además, estos hábitos refuerzan una mentalidad de orden y disciplina que puede trasladarse a otras áreas de la vida. Empezar el día con tareas bien hechas genera una sensación de logro que se refleja en el resto de las actividades diarias.

Hacer la cama

El primer ritual matutino para estas personas es hacer la cama, pero no de cualquier manera. Para que el día comience con buen pie, la cama debe quedar perfecta, como si estuvieras en una habitación de un hotel de cinco estrellas.

No basta con estirar las sábanas rápidamente; la clave está en sacudirlas y airearlas correctamente, lo que también implica abrir las ventanas durante al menos 15 minutos para evitar la acumulación de malos olores.

Tras este paso esencial, se procede a estirar cuidadosamente las sábanas y a colocar el edredón nórdico o la colcha de manera impecable. El toque final lo ponen las almohadas, los cojines y los plaids que, estratégicamente ubicados a los pies de la cama, aportan ese aspecto acogedor y ordenado que tanto se valora.

Repaso rápido al baño

El segundo ritual que los amantes del orden no pueden pasar por alto es un repaso rápido al baño. Después de la ducha matutina y de usar el lavabo, es normal que queden algunos restos de agua o de productos de higiene.

Pero para quienes priorizan la limpieza y el orden, estos pequeños detalles no pueden ser ignorados. Dedican unos minutos a limpiar y ordenar cada uno de los elementos que han utilizado, asegurándose de que el baño quede en perfecto estado.

Las cremas, la pasta de dientes, el cepillo, el perfume y el desodorante, entre otros, deben regresar a sus lugares correspondientes. Si el ritual matutino incluye el afeitado, esto se convierte en una razón más para no descuidar este paso. Mantener el baño ordenado no solo mejora el ambiente, sino que también asegura un inicio de día sin estrés.

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Tras el desayuno

El tercer ritual de la mañana para estas personas organizadas es disfrutar del desayuno, pero también limpiarlo todo antes de salir. A diferencia de quienes optan por desayunar fuera de casa o saltarse esta comida, las personas que se levantan con tiempo no solo se preparan un desayuno casero, sino que también se aseguran de dejar todo en orden antes de salir.

Esto incluye limpiar la tostadora, lavar los platos y los cubiertos, y devolver todo a su lugar correspondiente en la cocina. No se trata solo de disfrutar de un buen desayuno, sino de evitar regresar a casa y encontrar una cocina desordenada. Este paso final de la rutina matutina es clave para salir de casa con la tranquilidad de saber que no habrá sorpresas desagradables al regresar.